Se fue a trabajar a Qatar para ver el Mundial
La necochense Belén Betanzo contó cómo se vivió la derrota de la Selección en la cancha
“Necesito que la Selección avance por mi ilusión”, dijo la necochense María Belén Betanzo, que desde hace dos meses está en Qatar trabajando en un hotel con el sueño de disfrutar un Mundial y ver a la Argentina jugar y ganar. “Me costó muchísimo estar acá, hace tres años que estoy ahorrando, no tuve ayuda de nadie, estoy acá en base a pulmón y trabajo”.
En diálogo con Ecos Diarios, contó su aventura en un país desconocido y cómo vivió el primer partido de la Selección frente a Arabia Saudita. Pese al “bajón” que siente por la derrota, aseguró que tiene fe en el equipo.
Una oportunidad inesperada
María Belén Betanzo nació y vive en Necochea, pero hace unos meses tuvo la oportunidad de instalarse en Qatar.
Tiene 25 años, es graduada en Turismo en la Universidad Nacional de Mar del Plata y fanática de los mundiales desde muy chiquita.
“En el Mundial de Alemania 2006, con 9 años, yo ya estaba con la Selección; mis papás me contaban y me miraba todos los partidos de todas las selecciones y así lo hice en todos los mundiales que siguieron”, recordó.
Después de la pandemia inició un emprendimiento propio de chocolates artesanales “Cocoa Bombones” en nuestra ciudad y, si bien estaba dedicada a su proyecto, también estaba a la expectativa de lo que pudiera surgir.
Así fue como el año pasado, a través de una empresa de Buenos Aires, se enteró de un programa de trabajo en Qatar.
“Cuando lo vi me volví loca porque de turista era imposible venir, esa opción estaba descartada, y se me apareció esta oportunidad”, contó.
Se inscribió en el programa de trabajo y tuvo que pasar tres entrevistas y presentar documentación, permisos, hacer varios trámites, para lograr su objetivo: acceder a un trabajo en Qatar para poder estar en el Mundial.
El 13 de septiembre de este año viajó a Qatar para trabajar en el área de revervas de un hotel, donde deberá quedarse un mes más pasado el mundial porque el contrato es por cuatro meses. Trabaja en el mismo lugar junto a 28 argentinos, todos de distintas provincias, y ella es la única de Necochea.
La experiencia del Mundial
Además de trabajar, ahora vive a pleno el Mundial. Disfrutó la inauguración, el primer partido y ayer sufrió en la cancha con el seleccionado nacional. “Estábamos muy ilusionados; creo que teníamos demasiada confianza y a veces eso nos hace sentir que somos invencibles”, reflexionó sobre la derrota y agregó que “en un mundial siempre hay sorpresas y hoy (por ayer) fue una mala jugada”.
Además, dijo que la hinchada saudí no ayudó mucho. “Los de Arabia Saudita morían por Messi y a la mitad del partido le tiraban cantos malos…falsos”, se quejó. Si bien piensa que quizás los argentinos hubieran actuado igual si hubieran ganado, señaló que le dio “mucha bronca” la actitud.
“La vuelta en el metro fue horrible, caras largas, llorando y los árabes al lado cantándonos y nosotros no podíamos decir nada porque había muchos controles de la Policía y si te ven que hacés algo de más acá, vas preso enseguida”.
De todas maneras, más allá de la tristeza se mostró ilusionada y aseguró que tiene fe para los siguientes partidos. “Nos tenemos que apoyar más que nunca; sé que vamos a reflotar”.
También mencionó que tiene las entradas para ver los partidos de la primera fase, de octavos y de cuartos, siempre y cuando Argentina salga primero en el grupo.
Lo que sí disfrutó fue la inauguración del campeonato del mundo. “Sé que en la tele se vio bastante simple el partido inaugural, pero en vivo yo la pasé excelente y me llevo un recuerdo para toda la vida que nunca me lo voy a olvidar”.
“Una cultura cerrada”
Sobre la experiencia de vivir y trabajar en Qatar, María Belén Betanzo contó que “la cultura es bastante cerrada, pero con el tema del Mundial se han abierto bastante” y aclaró que hay que respetar la cultura de ellos, pero “también nos respetan”.
Asimismo, dijo que muchas cosas que se dicen no son ciertas, por ejemplo, en cuanto a la vestimenta. “Yo pensé que había que andar de pantalones con las piernas tapadas, pero todas andan de pollera y musculosa”.
Contó que afortunadamente nunca tuvo una situación con la Policía en la calle. “Nunca nos pararon ni por la ropa, ni por el pasaporte”, aunque sí alguna vez les llamaron la atención porque estaban haciendo un banderazo y les dijeron que se vayan a otro lado.
“El país es hermoso, es una locura los edificios, pero hay demasiado lujo”, opinó, agregando que le gustaría que avancen un poco en lo cultural porque son cerrados, pero “hay que respetarlos”.///