Se levantó la medida de fuerza de los choferes de colectivos
La seccional de la UTA Mar del Plata intervino en el conflicto y logró que se adelante un dinero, correspondiente al aguinaldo adeudado por las empresas de transportes de pasajeros de Necochea
La mañana de este martes comenzó con una sorpresiva medida de fuerza por parte de los choferes de colectivos, que realizaron dos asambleas de 9 a 11 y de 14 a 16, interrumpiendo totalmente el servicio y dejando sin transporte público a los usuarios de Necochea y Quequén. El reclamo surgió ante el no pago del Sueldo Anual Complementario (SAC), más conocido como medio aguinaldo, que debía haberse cobrado en junio. “Nos ofrecieron terminar de saldar la deuda el 29 de agosto”, señaló Mariano De la Vega, integrante de la delegación local de la UTA, y explicó que la propuesta fue rechazada por considerarse excesivamente prolongada.
Las empresas Compañía de Transportes Necochea S.A. y Nueva Pompeya S.R.L. acercaron un plan de pagos escalonado que incluía abonar el aguinaldo en tres partes: el 30 de junio, el 21 de julio y el 17 de agosto, además de cancelar sueldos y diferencias salariales en otras fechas. Sin embargo, los choferes reclamaron cobrar el SAC completo en tiempo y forma, sin demoras que afecten su economía familiar. La falta de respuestas concretas tensó aún más el conflicto.

La intervención de la UTA fue decisiva para destrabar la situación. El secretario general de la seccional Mar del Plata, Maxi Escriba, gestionó que se adelantara un subsidio estatal que originalmente iba a llegar el 21 de julio. A su vez, el secretario adjunto, Gastón Urrutia, se trasladó a Necochea y mantuvo conversaciones directas con los empresarios concesionarios del transporte público local. Gracias a estas gestiones, el subsidio se adelantó y permitió restablecer el servicio de colectivos pasado el mediodía.
Aunque la medida de fuerza se levantó, el conflicto no está del todo resuelto. La semana próxima, más precisamente el jueves 17 de julio, las empresas deberán saldar otro compromiso pendiente en concepto de aumento paritario. Los choferes igual se mantienen en alerta, esperando el cumplimiento de la promesa realizada.
Este episodio vuelve a poner en evidencia la fragilidad financiera del transporte público local, que más allá de haberse establecido una fórmula polinómica donde el valor del boleto se actualiza de manera automática, de acuerdo al precio de los ítems que la componen relevados por el Indec, sigue teniendo algunos inconvenientes.///
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