Seguridad a largo plazo
Esta semana que pasó finalmente se demolió parte de la estructura que estaba usurpada en el Complejo Educativo Jesuita Cardiel, tras lograr el desalojo de las personas que estaban viviendo ahí. Además, se pusieron en marcha una serie de trabajos de acondicionamiento del predio y medidas de seguridad que hace rato estaban siendo reclamadas por las instituciones que allí funcionan.
Además de la demolición de la construcción abandonada, se cambiaron buena parte de las luminarias por farolas led y el Consejo Escolar proyecta comprar cámaras de seguridad. Por supuesto, que estas medidas no van a resolver el problema de fondo, pero sí pueden ayudar a la prevención.
Desde ya que es importante que se haya avanzado en este sentido, pero la realidad es que no es la primera vez que en el complejo se suceden hechos de inseguridad y usurpaciones. Desde hace por lo menos 8 años, los directivos de los establecimientos vienen pidiendo más vigilancia policial, más iluminación, un cerco perimetral, etc.
En el predio, a lo largo de los años, han ocurrido robos, asaltos y múltiples actos vandálicos en la mayoría de los edificios. Además, años atrás, también hubo personas viviendo ilegalmente en una de las construcciones. Todas las veces, el consorcio del Complejo, formado por todas las instituciones, reclamó soluciones. Y siempre, se dieron respuestas, pero siempre parciales y espasmódicas.
En algún momento, funcionó en el lugar la Comisaría de la Mujer, lo que daba cierta presencial policial y hasta más adelante en el tiempo, llegaron a tener una vigilancia permanente. Sin embargo, las medidas no se sostuvieron en el tiempo y ahora no tienen más que el supuesto rondín que recorre toda la cuadrilla, es decir, lo mismo que nada.
Si bien es un tema que viene de larga data, ahora vuelve a cobrar fuerza no sólo por la usurpación sino porque estas personas que estaban viviendo ilegalmente en el lugar, intentaron abusar de una estudiante. Un hecho gravísimo que motivó una serie de medidas de seguridad que es de esperar que duren en el tiempo y no sean otra vez simplemente respuestas espasmódicas para calmar los reclamos.
En el predio funcionan instituciones que, en su mayoría, pertenecen a la Provincia, pero lo cierto es que el gobierno bonaerense en materia de seguridad está haciendo agua por todos lados y tampoco se hacen obras de fondo para ese lugar. La Justicia, por otra parte, llega siempre tarde porque hace tiempo que los directivos habían denunciado la usurpación. En estos últimos días, el municipio se hizo cargo de la mayoría de los trabajos de acondicionamiento, mientras que Vialidad provincial colaboró con la demolición.
Es de esperar que a partir de ahora todos los actores con responsabilidades estén atentos al funcionamiento del complejo educativo y se establezcan medidas preventivas sostenibles en el tiempo.///