¿Si no descubrimos nuestro propósito de vida, a dónde llegamos?

Recuerdo cuando era niño, llegó una reflexión a mis manos que decía: “Hay muchas personas tristes en el mundo, porque no descubrieron su misión o propósito de vida”.

Esta reflexión sigue en mi mente hasta el día de hoy, claro que es difícil descubrir nuestro propósito si no estamos atentos a nuestros recursos y talentos que la vida nos regala cuando llegamos a este mundo, pero una situación vivida en la casa de mis abuelos, me hizo pensar sobre mi propio propósito, en verdad, en mi verdadera naturaleza.

Cuando era niño, recuerdo que mi abuela había plantado un rosal debajo de un árbol, un olmo, este rosal era fuerte y gigante, pero jamás habíamos visto un pimpollo.

Una mañana como de costumbre mis abuelos observaban y cuidaban el jardín con una dedicación y atención que jamás vi. Escuchaba hablar sobre el rosal que era maravilloso, pero no daba su flor.

Acercándome a ellos pensativo, les dije: -abuelos ¿será que el rosal se cree que es un olmo?

Con una actitud de sorpresa, se miraron entre ellos y sonrieron, mirándome con cara de asombro.

Después de unos días, como era mi costumbre, visitaba a mis abuelos deseoso de pasar tiempo con ellos y divertirme con sus ocurrencias.

Ese día observe algo distinto en su jardín, el rosal ya no estaba junto al olmo, sino sobre el paredón donde se encontraban los demás rosales del patio.

Después de algunos días, ese rosal que crecía debajo de aquel olmo empezó a dar las rosas más hermosas que vi en mi vida, ya no era lo que él creía, era solo lo que tenía que ser, un rosal.

Cuantos de nosotros intentamos hacer un esfuerzo sobre humano en ser parecidos a alguien que 

creemos exitoso o peor aún, que alguien decida por nosotros sobre nuestras vidas.

Es nuestra responsabilidad estar atentos y encontrar nuestros propósito o misión de vida, en definitiva, es nuestro compromiso ser quien verdaderamente somos, es difícil vivir en armonía y felices cuando no podemos desarrollar nuestro potencial y disfrutar de esto maravilloso que nos sucede, que no es nada más, ni nada menos…que la vida.

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Sobre el autor:

Alejandro García. Nació el 18 de febrero del 1972 en la ciudad de Necochea, Provincia de Buenos Aires. Obtuvo el diploma de profesor de “yoga vital” en la Federación de Yoga de la República Argentina (FIRA) y el diploma de la Asociación Panamericana de Yoga, en el año 2000. 

Autor y actor de dos obras infantiles “Repoyo y Jopito y los fantasmas no existen”, año 2005; y Repito y JopitoBaby Sitter, año 2006. 

Autor y actor de la obra: “Mi amiga la muerte”, año 2012.

Autor del libro: “Vivir el presente sin distracción”.

Autor del libro: “Atención, la vida está sucediendo” .

Actualmente realiza cursos y talleres de yoga y teatro. 

Presenta su libro “Portarse mal hace bien”.