“Se está esperando a que bajen dos proyectos que podría estar enviando el Departamento Ejecutivo”. La frase, expresada por el presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Schwarz, a Ecos Diarios, fue el justificativo para que se postergara la sesión del Concejo Deliberante que debía realizarse la semana pasada.
Finalmente, la cuarta sesión del cuerpo deliberativo local se realizará la próxima semana, seguramente con alguno de los proyectos que “bajen” desde el gobierno que encabeza Arturo Rojas.
Pero más allá de las explicaciones del presidente del Concejo, pareciera que para gran parte de la oposición, la ciudad vive una situación de tal comodidad que no es necesario dialogar, debatir o intercambiar opiniones sobre alguna problemática “X”.
Como ya lo hemos reflejado en estas páginas, las sesiones del Concejo Deliberante local han perdido trascendencia. Es prácticamente nula la discusión política, con algunas excepciones por supuesto, y el diálogo se ha limitado a reflexiones personales sobre temas inocuos.
Si tomamos como ejemplo el temario de las últimas sesiones, podemos observar que hay más expedientes para archivar o prórrogas para las licencias de remises que proyectos de decreto, resolución u ordenanzas.
Justamente, las “ordenanzas” son las que faltan en la agenda de una buena parte de la oposición, que pareciera limitarse a que el Departamento Ejecutivo envíe algún proyecto de este estilo para ver qué se puede hacer en la ciudad.
El último proyecto que podría ser de interés de debate fue presentado por la Agrupación Comunal Transformadora y busca declarar la emergencia vial en el distrito. Fundamentado en la cantidad de accidentes que se producen a diario en nuestra ciudad, pareciera, al menos, un buen punto para que los diferentes espacios políticos dialoguen, analicen y traten de encontrarle una solución a la problemática.
En más de una oportunidad hemos escuchado a los funcionarios del área de Tránsito relatar las situaciones que viven las 24 horas del día en las calles necochenses. Conductores que manejan mientras utilizan el celular, aquellos que no respetan las mínimas normas de tránsito (como detenerse el semáforo en rojo o doblar a la izquierda en avenidas) y los motociclistas que parecen tener reglas propias, son algunos de los ejemplos que podemos relatar.
Sin embargo, el proyecto lleva prácticamente más de un mes a la espera de llegar a la sala del Concejo y ser debatido por los diferentes espacios, incluyendo al oficialismo de Nueva Necochea. La pregunta, entonces, es si están interesado en solucionar esta situación o si, simplemente, como no tienen opinión al respecto, prefieren que el texto quede dormido en algún cajón de las oficinas del deliberativo.
Pero el tránsito no es el único punto en el cual se puede hacer foco en la ciudad. Desde hace años el distrito espera que los políticos terminen de definir cuestiones que hacen a la vida cotidiana de nuestros vecinos: el tratamiento de los residuos sólidos, el caño en Punta Carballido que deposita los desechos cloacales al mar, el parque Miguel Lillo; y otras tantas problemáticas que se observan y se debaten en cualquier café, parecieran no estar en la agenda del Concejo.
Como ya hemos marcado en más de una oportunidad, los proyectos que envía el Departamento Ejecutivo tienen una cierta “prioridad” dentro de la agenda legislativa. Generalmente, esto se da por la necesidad del Gobierno municipal de turno para darle celeridad al expediente y, en muchos casos, para poder concretar alguna obra o rever el destino de algunos fondos ante situaciones determinadas.
Pero mientras eso ocurre, la oposición también debería mostrarle al Ejecutivo que la ciudadanía tiene otras prioridades o preocupaciones. Algunas pueden ser muy importantes, otros temas puede que sean menores, pero sin embargo, esa agenda barrial pareciera haber sido dejada de lado por una buena parte de los legisladores locales.
El año próximo, se debe definir la nueva concesión para el servicio de transporte público de pasajeros. Difícilmente todos los partidos políticos tengan una opinión única sobre el tema. Tal vez, ese sea un buen punto para debatir.
Pareciera que todo se define con alguna “minuta de comunicación”, donde se le solicita a alguna área del Ejecutivo una respuesta sobre un tema específico. Generalmente, pareciera que la respuesta siempre es la esperada por los concejales y allí se termina la cuestión.
Este año, en las elecciones de septiembre próximo, la ciudadanía deberá elegir 10 nuevos concejales que representen su pensar político. Tal vez, sería una buena oportunidad en las próximas sesiones que algunos de los espacios que se presentarán como alternativa en los comicios, comiencen a dar a conocer cuál es la idea de ciudad que tienen.
O, al menos, comenzar a proyectar la ciudad “de abajo hacia arriba” y no esperar en cada uno de los escritorios y bancas qué se envía “desde arriba”, para luego levantar la mano.
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