“Siempre quise que la murga Hoy Bailaré sea una herramienta de inclusión social”
Sabrina Lopes de Alencar Bello. Es la directora general de la murga y referente de la Organización barrial Hoy bailaré
Por María Cecilia Gotta
Redacción
Si hay música, ritmo y tambores, ahí está ella, Sabrina Lopes de Alencar Bello, más conocida como “Brasuka”, quien afirmó que ama la murga y el ritmo. Ella es la directora de la murga “Hoy bailaré” y referente de la Organización barrial Hoy bailaré. “Siempre quise que la murga sea una herramienta de inclusión social”, destacó.
Al principio nació como murga, luego de un tiempo y reflexionar, Sabrina decidió que sea una organización social. “Siempre estuvimos en los barrios periféricos, acompañamos a las instituciones de la ciudad; hasta hemos arrancado a bailar con balaceras, es decir, vamos a las bocas de lobo, donde la murga da la posibilidad de hablar, de expresarte, encontrar otras herramientas, es una manera de educación no formal y nos interesaba mucho más eso que el espectáculo”, manifestó.
Con respecto al inicio de la murga y de la organización, reconoció que al principio fue confuso, “porque por un lado éramos murga pero dábamos apoyo escolar, hacíamos una colecta anual de juguetes que la hacemos hasta el día de hoy, entonces todos pensaban que éramos una murga y finalmente definimos el nombre y pusimos “Organización barrial Hoy Bailaré””.
Sabrina es el sostén, la máquina, la directora general de la murga y en la organización, es una de las referentes, pero cuenta con una mesa de trabajo y cualquier persona que quiera sumarse con algún taller se puede acercar.
En este punto, Sabrina aclaró que el Centro murga Hoy bailaré es una de las actividades que se ofrecen en la organización, pero además hay karate, capoeira, boxeo recreativo, recreo para chicos, percusión, alfabetización musical, grafitería, canto, folclore, etc.
“Es una organización sin fines de lucro, donde hay mucho voluntariado, las actividades se brindan todos los días de lunes a viernes, a lo largo de todo el año”, afirmó.
Murguera
Sabrina sin dudarlo manifestó entre risas “primero soy murguera y después persona”.
Conoce el mundo de la murga desde que tiene cinco años, cuando ella iba a un comedor. “Un día lo vi bailar a Gustavo Wilson y a Delia, veía que volaban y era hermoso verlos bailar, se transformaban cuando bailaban y la murga se volvió parte de mi infancia”, mencionó.
Esa murga se llamaba “Los Revoltosos”, cuyas vestimentas eran de color naranja y verde; luego se disuelve y ella pasa a integrar la murga “Los pibes soñadores”, donde los colores eran turquesa, azul y blanco.
“Con el paso del tiempo, comenzaron a desaparecer las murgas en Necochea, hasta que un día a los 15 años me sumé a una batucada llamada “Percuchea” y me encantó porque tenía que ver con mis raíces afro”, dijo.
Un día charlando con su papá, la incentivó y él le propuso que arme su propia murga y finalmente fue así.
Cuando recordó ese momento, Sabrina destacó “en mi familia siempre hubo faltantes, mi infancia fue en un basural, criada en un taller mecánico, pero con mucho amor, con cultura de mis raíces, siempre estuve contenida y me siento privilegiada. Soy consciente que siempre hubo amor en mi casa, tengo un papá y una mamá que son dos pilares en mi vida, son mi admiración, son mis superhéroes en esta vida, y sé que no es así en todos lados”.
Sabrina también integró “Los reventados del ritmo”, realizaron un encuentro de murgas en el Polideportivo; también tuvo la posibilidad de viajar, capacitarse con la murga y así fue encontrando nuevas herramientas, inclusive conoció una red nacional de murgas.
“La murga potencia las cosas positivas, las herramientas, todo lo malo que uno tiene se puede ir transformando a través de la expresión, es un mundo distinto, es decir, la murga tiene muchos lenguajes entonces te permite ser”, señaló.
Con un largo camino recorrido y luego de haber dejado “Los Reventados”, Sabrina armó su propia murga “Hoy bailaré”, donde los instrumentos son un bombo, platillos, acompañados por silbatos y campanas, cuyo logo es un lobo aullando a la luna.
Ella sigue soñando, creando y haciendo lo que más le gusta y apasiona, la murga.
Ama Necochea
Sabrina nació en Neuquén pero llegó a Necochea cuando tenía 3 años y se considera necochense. “Me encanta la ciudad, es donde elijo vivir, me encanta todo, me enamora la ciudad, me gusta mucho el barrio y mi refugio es ir al río, a la playa o al mirador de Quequén”, dijo.
La cultura brasilera se vive a pleno en su casa, ya que su padre es brasilero y por este motivo su apodo, “todos me conocen como “Brasu”, nadie sabe mi nombre”, culminó con una sonrisa.///
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