“Siento orgullo integrar Cruz Roja y de ayudar a los más vulnerables”
Aseveró Cristina Prieto, voluntaria de la organización humanitaria más grande del mundo. Experiencias de su participación junto a compañeros en Bahía Blanca, luego de la trágica inundación
Mario Maruca
Redacción
“Desde muy joven admiraba a los bomberos, pero en el pueblito en el que vivía en ese momento, no había cuartel. Cuando llegó la etapa de jubilarme, busqué un lugar donde poder devolverle a la vida, todo lo bueno que me ha ocurrido”, resaltó Cristina Prieto.
La mujer habló con Ecos Diarios y aceptó la propuesta de conocer una parte de la actividad solidaria y de servicio que desarrolla desde hace algunos años, cuando se sumó a la Cruz Roja Argentina Filial Necochea como voluntaria y también integra la comisión directiva.
“Estoy desde hace 6 años y fue una de las mejores elecciones que he realizado, me siento orgullosa de pertenecer a la organización humanitaria más grande del mundo. Donde se trabaja con compromiso y dedicación para ayudar a los que más lo necesitan”, enfatizó.
Cristina añadió que “he participado en distintas emergencias y proyectos en nuestra ciudad, tanto en barrios como en escuelas rurales, siempre en apoyo a las personas más vulnerables”.
En ese sentido, la colaboradora de la institución internacional reconoció que se tiene el objetivo de “brindar herramientas para su fortalecimiento y resiliencia, tratando de poder aportar desde mi humilde lugar para tener un mundo mejor. Cruz Roja es una gran familia, donde me siento muy cómoda y agradecida de poder estar del lado de dar”.

Ayuda a los bahienses
Cristina Prieto consideró que “las dos emergencias más importantes en las que participe con mis compañeros fueron en la ciudad de Bahía Blanca, en el temporal de viento y en la inundación”.
Agregó que “estuve con voluntarios de distintas filiales de país, donde hubo mucho respeto y compañerismo, pero cuando se sale a terreno todo es incierto. Fueron dos experiencias muy tristes, donde las personas perdieron sus viviendas, pertenencias y sus recuerdos”.
Reconoció que los bahienses “después de dos meses, contaban la tragedia como si fuera recién. Siempre con escucha activa y respetando la dignidad”.
La voluntaria de la Cruz Roja aseguró tener muchas historias para contar, “como la de un gendarme que estuvo en la guerra de Bosnia y en el terremoto de Haití, y se mostró muy enojado con lo sucedido porque de haber vivido situaciones extremas, no pudo salvar a su madre en un metro de agua”, relató.
“También, una señora que estaba haciendo dos duelos por haber perdido todas sus pertenencias y por su esposo, quien no soporto la situación y falleció. Otra, un niño de 9 años que no quería ingresar a su casa porque la veía húmeda, despintada y no estaban sus juguetes. Ellos, los chicos, fueron los más afectados psicológicamente”, acotó.
“Amamos lo que hacemos”
La integrante de la Cruz Roja además se topó con otra vecina muy apenada porque pensaba hacer unas tortas para los voluntarios, en agradecimiento a la solidaridad demostrada, pero en ese momento se acordó que sus utensilios se fueron “nadando” por la calle.
“Así muchas historias, gente humilde, de trabajo, vulnerable y muy agradecida por la ayuda humanitaria que le estaba dando la Cruz Roja. También, algunos residentes de Bahía Blanca sorprendidos porque éramos tantos voluntarios de distintos lugares que concurrimos a la ciudad durante un fin de semana y estábamos a disposición de ellos”, narró la mujer.
Reconoció que en ese momento les dijimos a las personas que sufrieron los embates de la inundación que “amamos lo que hacemos, a pesar de encontrarnos lejos de nuestras familias, ya que Cruz Roja Argentina está en las emergencias durante y después, en los meses que son los más difíciles y duros”.
Cristina Prieto, finalmente, señaló en la charla con Ecos Diarios que “la noche de regreso a Necochea viajé pensando en mil cosas que daban vueltas en mi cabeza, con impotencia por no poder hacer más por ellos, pero con el alma y el corazón feliz de haber ayudado con mi pequeño aporte a que sintieran que no estaban solos”. ////
Perfil
Amante de la lectura, los viajes, andar a caballo, el mar y la montaña
Cristina contó que nació en la localidad de Casbas, perteneciente al Partido de Guaminí, en la provincia de Buenos Aires. “En ese lugar viví parte de mi infancia, un lugar increíble donde no he perdido contacto con amigas de la adolescencia. Después por decisión familiar nos radicamos en Garre, otro pueblito fantástico, apacible, donde todos se conocen y muy solidario”, explicó.
Añadió que “viví en el campo hasta los 18 años, junto a mis padres y hermano, donde nuestro padre nos trasmitió el amor por los animales y la naturaleza. Con el correr de los años conocí a mi esposo y nacieron mis hijas, quienes crecieron con libertad en este lugar tranquilo”.
Prieto sostuvo que “mis dos hijas, están radicadas en Mar del Plata, y mi marido siempre estuvo en comercios. Trabaje 20 años en distintos bancos y en una administración de cereales, pero en 1994, una entidad bancaria me trasladó a Necochea y siempre pensamos en lo mejor para la familia, por eso nos mudamos a esta ciudad hermosa”.
Para conocer más a esta mujer aguerrida y voluntaria de la Cruz Roja Argentina, ella misma puntualizó que “soy una apasionada de la lectura, herencia de mi abuelo materno, me encanta viajar para conocer distintos lugares y sobre todo, la idiosincrasia de las comunidades, andar a caballo, el mar y la montaña”.
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