Solidaria tarea del comedor “Taca” que lleva adelante la parroquia de Lourdes
Cada noche se alimenta a nueve personas en situación de calle. Tres matrimonios y un par de colaboradores les cocinan. Donaciones
RAUL JAUREGUI
Redacción
En la reciente celebración de la festividad de Pascuas fue relanzado el comedor nocturno de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, que cada noche ofrece comidas a nueve hombres en situación de calle.
La noble tarea, que tiene como puntal al cura párroco Alejandro Martínez, se lleva a cabo en las instalaciones traseras que la parroquia cuenta en su sede calle 6 entre 83 y 85, y tiene lugar de lunes a viernes.
“Durante el verano entregamos viandas, generalmente consistentes en uno o dos sándwiches de milanesa o hamburguesas, y ahora retomamos con el comedor”, expresó Juan Vázquez, quien junto a su esposa son uno de los tres matrimonios, que a voluntad y “ad honorem”, ayudan cocinándoles a estos vecinos necesitados. A ellos se suman dos o tres colaboradores solitarios.
En los platos diarios se ofrecen a los visitantes el primero es sopa, y en el segundo se alternan guisos, milanesa con puré, ensaladas y pastas, entre otros, y en más de una oportunidad el padre Martínez comparte la cena con los comensales.
“Charlamos con los muchachos que vienen y les damos consejos para que salgan adelante, mientras que si alguno no dispone de comida los fines de semana, le ofrecemos un menú de urgencia o vianda”, contó el voluntario.
Junto a estos colaboradores, suelen ayudar en la cocina dos religiosas pertenecientes al Hogar Stella Maris de Quequén.

Donaciones
En cuanto a los ingredientes para la comida, Juan Vázquez contó que “felizmente recibimos alimentos de gente que desea hacer algo por el prójimo, se conecta con algunos de nosotros y hace su aporte. Todo es bienvenido, aunque a veces no alcanza y debemos apelar a un fondo propio de la parroquia”.
Para alimentar ese fondo en breve se lanzará la venta de un bono contribución, que se ofertará a la salida de las misas. “Ya lo hemos efectuado y la gente colabora”, explicó el voluntario.
El comedor empezó a gestarse hace cuatro años, cuando algunas familias asistentes a la parroquia llevaban platos de comida a un par de hombres sin recursos ni trabajo. “Luego nos dimos cuenta que era mejor organizarnos y empezar a cocinar en la propia parroquia, y acá estamos”, apuntó Vázquez.

Cuidados de convivencia
Luego de que en otro tiempo se produjeran algunas diferencias originadas entre los asistentes, se indicó que “insistimos mucho para que haya una buena convivencia y relación, ya que comparten la comida y un buen momento”.
“Por ahora son nueve los concurrentes, pero si el padre Alejandro admite a más personas, se irán sumando”, precisó Vázquez, para añadir que “todos los que vienen son hombres, aunque el año pasado asistía una chica”.
El comedor lleva el nombre de “Taca”, el sobrenombre de una persona que falleció el año pasado tras contraer una neumonía, y que en su momento viviera junto a otra persona en situación de calle debajo de un pino de la plaza San Martín, justo enfrente del templo.
“Hoy por fortuna todos los que vienen tienen un lugar para dormir y así su sufrimiento se amortigua”, citó Juan Vázquez.
A los asistentes no se les brinda alcohol con las comidas y una de las particularidades es que antes de cenar rezan una oración “a modo de agradecimiento por tener un alimento en su plato y al lugar que los recibe y alimenta”.
Vázquez destacó que “ha habido el caso de un muchacho que venía a comer, pero consiguió un trabajo y un sitio donde dormir y le dejó el lugar a otro. Cada tanto nos visita y ayuda con donaciones y colaborando cuando hacemos campaña para donaciones”.
La de Lourdes, junto a la de Santa Teresita, que ofrece meriendas diarias a los niños de su barriada, son los que alimentan en sus sedes a personas necesitadas. Todo a través de creyentes que acuden a estos sitios católicos.
La ayuda al prójimo en Lourdes también comprende el permitirle a mochileros que pasan ocasionalmente por la ciudad a darse un baño en instalaciones de la parroquia.
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