Suben las retenciones: la opinión de productores locales sobre la medida
La soja volvería al 33% y el maíz subiría al 12% en julio
ROCÍO MAGALÍ SÁNCHEZ
Para Ecos Diarios
El Gobierno nacional oficializó la continuidad de las retenciones reducidas solo para la cebada y el trigo, mientras que el esquema anterior de alícuotas vuelve a regir para cultivos como la soja, el maíz, el girasol y el sorgo. La medida se instrumentó mediante el decreto 439/2025, publicado en el Boletín Oficial y firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo.
De este modo, el trigo y la cebada mantendrán una retención del 9,5% hasta el 31 de marzo de 2026. En cambio, si no se publica un nuevo decreto, desde julio la soja pasará del 26 al 33%; el maíz y el sorgo, del 9,5 al 12%; y el girasol, del 5,5 al 7%.
Además, el texto indicó que los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de las divisas dentro de los 30 días hábiles posteriores a la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). De no hacerlo, deberán tributar la alícuota correspondiente vigente antes de la entrada en vigor del decreto 38/2025.
“No estamos de acuerdo”
En el sector agropecuario, la reacción no se hizo esperar. Eugenio Cardenau, presidente de la Sociedad Rural local, fue contundente: “Los productores agropecuarios en general y las entidades que los nuclean no estamos de acuerdo con las retenciones a las exportaciones de granos. Consideramos que son un muy mal impuesto porque no grava la renta sino la producción, y hay que pagarlo incluso si hay un quebranto”, sostuvo.
Y agregó: “Fue positivo que se bajaran las alícuotas, aunque sea de manera temporal. Hoy los precios de los commodities están muy bajos y las retenciones tienen un impacto aún mayor, generando pérdidas en varios modelos de producción”.
Cardenau también advirtió que el volumen de liquidación puede reducirse en los próximos meses: “Los productores que tenían necesidad de vender ya lo hicieron, sabiendo que las retenciones de soja y maíz volvían a su valor anterior en julio”, explicó.
“Política insostenible”
En un análisis más estructural, otro productor del distrito, Egidio Mailland, expresidente de Coninagro opinó: “En este tema creo que está claro aparecen dos posiciones muy claras: la del productor que si se va a trabajar con un tipo de cambio bajo con respecto a la inflación y se mantienen las retenciones altas cae la rentabilidad y cae la producción. Los derechos de exportación se aceptaron en un momento de dólar muy alto. Recordando que el productor cobra en pesos. Y no especula generalmente con el momento de venta. Va tomando posiciones de acuerdo a compromisos e inversiones. Con o sin derechos de exportación va a vender solo cuando lo necesita. Distinta es la situación de las grandes empresas que se manejan con otras variables. Pero lo peor que se debe hacer es anunciar con fecha cierta los cambios, es decir, se anuncia la suba de los derechos a la exportación para inducir las ventas. Pero se alteran mercados lo que genera malos resultados resultado por sobreoferta. Esto es un error histórico: alterar la naturaleza de los mercados pensando en tener éxito. El gobierno necesita recaudar, pero debiera tener mucho cuidado cuando se improvisan medidas”.
Sobre el anuncio anticipado de la suba, fue crítico: “Es ridículo decirle a un productor ‘si vendés hoy, no te cobro impuestos’. Es una política insostenible cuando lo que se necesita es coherencia y previsibilidad remarcó”.
Y concluyó: “Históricamente dio mejor resultado el libre mercado. Cuando se interviene, el costo lo paga el más chico. Es función del Estado regular para que eso no ocurra, además de recaudar”.
Pocas expectativas
Finalmente, Juan Bautista Iriberri, presidente del Centro de Acopiadores de Cereales, consideró que la suba de retenciones podría generar una baja importante en la oferta futura, sobre todo en soja. “Igualmente, el volumen que se vendió en mayo y junio fue superior al habitual, con lo cual los números están compensados”, analizó.
Desde su perspectiva, no hay grandes expectativas de suba de precios en los mercados globales para los próximos meses, ni para soja, ni para maíz ni para girasol.
Mientras el Gobierno busca contener el frente fiscal y sostener el ingreso de divisas, en el interior productivo crece la preocupación por la rentabilidad y la sustentabilidad del sistema. Para muchos, la falta de reglas claras y la presión tributaria representan un freno a la producción y a la inversión de cara a la próxima campaña.///
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