Teatro Auditórium: 45 años de aplausos y dolorosos silencios
Desde el primer estreno, con Ricardo Lavié, reconocidos artistas pasaron por el escenario del Complejo Casino
El último bullicio lo generaron los chicos, allá por 2016, como espectadores de esas obras infantiles de poco nombre que sólo se arman para las vacaciones como un refugio para que los padres dispongan. No fue el espectáculo final glamoroso que se merecía el Teatro Auditórium “Danilo Devizia”. Y tampoco se esperaba que lo fuera entonces, cuando no volvió a abrir sus puertas, sufrió el accionar de vándalos y encontró este presente de cenizas.
Desde la primera vez que mostró sus luces al público un 4 de enero de 1975, el escenario del complejo Casino recibió a reconocidos artistas, actores y músicos. La noche de apertura contó con la puesta en escena de la obra “Estos chicos de ahora” de Alfonso Paso, con las actuaciones de Ricardo Lavié y Noemí Laserre, acompañados por Mariana Karr y Raúl Taibo. Un debut a sala llena, con las 650 butacas ocupadas, imagen que se repetiría cientos de veces pero que se perdió en los últimos años.
Notables actores de la escena nacional visitaron sus camarines en la primera época, como Víctor Laplace, Alberto Martín -también productor de obras-, Enrique Liporace, Juan José Camero y Susú Pecoraro (actuando toda la temporada) Martha González, María del Carmen Valenzuela, Germán Kraus o el humorista Horacio Taicher, con obras que tradicionalmente llegaban hasta Mar del Plata, pero comenzaron a hacer funciones en nuestra ciudad.
Lamentablemente la sala estuvo cerrada durante siete años, al igual que gran parte del complejo por falta de inversión y licitantes, hasta la reapertura que se concretó en 1999. El 14 de enero de ese año, en una sala que debió sumar sillas adicionales en los pasillos ante la gran convocatoria, el estreno estuvo a cargo de la obra “Confesiones de mujeres de 30”, con las actrices Alejandra Flechtner, Andrea Politti y Virgina Innocenti.
La oferta de espectáculos a partir de allí trajo a la ciudad las mejores obras y actores del momento como Ricardo Darín y Luis Brandoni (presentaron juntos a Germán Palacios A.R.T. en 2002), Alicia Bruzzo, Cecilia Rossetto, Darío Grandinetti, Nicolás Cabré, Natalia Lobo, Juan Leyrado, Pablo Rago, Fabián Vena, Gabriela Toscano, Osvaldo Santoro, Carola Reyna, Antonio Gasalla, China Zorrilla , Thelma Biral, Juan Carlos Dual, Lorenzo Quinteros, Carolina Fal, el uruguayo Fernando Peña, Carlos Calvo, Fabián Gianola, Mónica Ayos, Fabio Posca, Coco Sily, Roly Serrano, Jean Pierre Noher, Claudio Gallardú, Fabio Alberti, Diego Capusotto, Graciela Alfano, Hugo Varela, Jorge Corona, Tristán, Esther Goris, Linda Peretz, María Rosa Fugazot, María Valenzuela, Silvia Kutica, Antonio Grimau o Virgina Lago.
Musicales
También espectáculos musicales de todos los estilos con María Marta Serra Lima y el Paz Martínez, Horacio Guarany, Miguel Mateos, Gustavo Cordera, Carmen Flores, Jairo, Juan Carlos Baglietto, Lito Vitale, Hilda Lizarazu, Adriana Varela, Abel Pintos, JAF, las bandas tributo a Queen y The Beats, infantiles como Topa o Panam y hasta el aclamado Drácula, de Pepe Cibrian y Angel Mahler.
Incluso el amplio vestíbulo, en la parte baja del teatro, conocido como foyer también recibió exhibiciones variadas desde objetos de Eva Perón hasta una Expo Animal Planet, con cocodrillos e iguanas.
Todas las propuestas
En ese sentido, la propuesta de obras siempre fue amplia, desde los espectáculos de humor como “Una Noche en Carlos Paz” con Alberti y Capusotto, unipersonales como los de Posca hasta “Confesiones de la vagina” con Valeria Lynch. Éxitos como Taxi, Rolango Hanglin hablando de sexo o puestas aclamadas en todo el país como “El camino a la meca”, “La Prueba”, “La Malasangre”, “Porteñas”, “El Cartero de Neruda”, “Ella en mi cabeza” o el ya nombrado “A.R.T”. También hubo lugar para espectáculos de ballet, encabezados por el internacional Iñaki Urlezaga y para la magia con el histórico René Lavand.
En julio de 2003, un año después del fallecimiento del actor necochense, la sala recibió en su homenaje el nombre de Danilo Devizia. Hoy las cenizas del teatro son una burla a su memorable Fausto sobre las tablas. La ilusión es que más pronto que tarde el Teatro Auditórium vuelva a latir, que las que se enciendan sean las luces y que el calor de los aplausos envuelva otra vez a lo mejor de la escena nacional.///