“Tenemos muchas problemáticas históricas de carácter ambiental”
Nerio Bognanni se refirió a la bajada de vehículos a la playa, a la contaminación del río y del sector de Punta Carballido y al estado del parque. Habló de la necesidad de pensar una ciudad más sustentable
Julieta Moreno
Redacción
“Desde una óptica de gestión, estamos ante muchas problemáticas históricas de carácter ambiental, creo yo que el organigrama de la Municipalidad debería tener al área de ambiente en un lugar destacado”, indicó Nerio Bognanni, y habló de la necesidad de pensar una ciudad sustentable que tenga en cuenta las tres patas claves: lo económico, lo social y lo ecológico.
Nerio Bognanni nació en el partido de La Matanza, pero hace once años decidió venirse a vivir a Necochea junto a su familia. Es docente de nivel primario, profesor de Biología y en los últimos años se recibió también de técnico en Ambiente en la sede de Quequén de la Universidad Nacional del Centro (Unicen). Trabajó en escuelas primarias y secundarias en el conurbano bonaerense, actividad que continuó cuando llegó a nuestra ciudad. En varias oportunidades, vino a Necochea como turista hasta que, impulsado por la necesidad de una mejor calidad de vida para su familia, llegó para radicarse definitivamente. Aquí se desempeñó en varios establecimientos y ocupó el cargo de vicedirector en la Escuela Secundaria Nº 5 y en la Secundaria Nº 8 (Ex Colegio Nacional). Actualmente está jubilado, pero sigue desarrollando una amplia tarea en distintas organizaciones ambientalistas. Integra Compromiso Costero; es secretario de la Asociación para la Conservación del Parque Miguel Lillo y pertenece al Club de Observadores de Aves Necochea.
-¿Cómo ves la ciudad?
- En algunos aspectos la veo igual que cuando yo la elegí. Tiene elementos naturales atractivos que la distinguen de otras ciudades: parque, playa y río. Esos tres elementos son de interés personal, turístico y de conservación. Pero a la vez esos ambientes continúan con las mismas problemáticas de hace 11 años y, en algunos casos, se están acentuando.
Si hablamos de la costa, me refiero al proceso de impacto que tiene por el uso inadecuado, por ejemplo, de los vehículos. Aunque ha habido intentos de reducir la cantidad de vehículos, no se consigue porque la ordenanza que promueve el uso y no uso de los espacios es muy ambigua porque no se puede fraccionar la playa en pedacitos. El que usa la playa con un vehículo no ve límites, por lo tanto, considera que toda la playa está habilitada. Y eso es un error de la gestión de la playa porque hay que ser más precisos.
-¿Considerás que directamente habría que prohibir la bajada de vehículos o no necesariamente?
- Podría existir el permiso en algún sector, pero hay que delimitarlo y hay que ser campañas. No hay ningún lugar en la ciudad que explique el uso de la playa. Cualquier turista que llega y se asoma a la playa y ve vehículos, piensa que en toda la playa hay libre tránsito porque es lo que ve. No distingue si hay alguna persona en infracción porque no hay ningún elemento que lo marque. En una playa de 70 u 80 metros de ancho, con un cartelito de 50 centímetros, no alcanza para la limitación.
Desde un punto de vista turístico, se pretende fomentar el turismo 4x4, pero eso tiene que ir acompañado por políticas de preservación de los espacios. Eso falta.
Con respecto al río, hay una promoción del uso recreativo y deportivo del río que me parece fantástica, pero a la vez cada vez hay más conexiones cloacales clandestinas a los pluviales. Eso no sólo degrada el ambiente ribereño, sino que es un problema de salud para los humanos.
- Desde la entidad Compromiso Costero, ¿han hecho algún relevamiento en este sentido?
- Hicimos una denuncia en 2017 a la Autoridad del Agua, donde se tomaron muestras y se detectó Escherichia coli en todos los pluviales en distintos puntos. Elevamos el informe a la Municipalidad, tuvimos voz en la banca abierta, pero no ha habido avances en este sentido.
Sí hubo algunas advertencias a los que organizan eventos de natación. Se colocó un cartel en avenida 74 y ribera anunciando las condiciones no aptas para el deporte en ese sitio, pero no hay mejoras. Hay carteles de advertencia.
Con la misma denuncia, se logró que la Autoridad del Agua viniera una segunda vez a hacer otros relevamientos y ahí fueron a Punta Carballido en 2018. Se hicieron análisis a 200 metros a cada lado del caño y se notaba que la concentración hacia el oeste aumentaba, lo que significa que los cloacales van hacia Bahía de los Vientos.
- En este marco, con respecto al Parque ¿qué postura tenés?
- Desde la Asociación para la Conservación, intentamos preservar todo el parque como un bien patrimonial. Intentamos que no se cercene el paso, que se mantenga la masa forestal, promover el uso comunitario y, si se pudiera mejorar, también.
Sí noto desde que yo vine hasta ahora, que ha habido mejoras en cuanto accesibilidad.
-En este sentido, ¿estás de acuerdo con las obras de la bicisenda y la iluminación sobre la avenida 10?
- Sí, no me parece mal todo aquello que permita conocer el parque y además que toda la comunidad esté alerta permite que lo protejamos de los incendios.
- Y con respecto a la posibilidad de hacer intervenciones…
-Más de lo que hay, me parece que no porque empieza a perder el atractivo que tiene el Parque porque no se continúa ampliando la masa forestal, entonces de lo que hay tenemos menos superficie pública, porque las concesiones son supuestamente públicas, pero no hay acceso público verdadero. Si hay alambrados o tranqueras significa que no podemos entrar. Tal vez sea necesario repensar las concesiones y ver si pudiera haber actividades que involucren a la comunidad en esas concesiones, sobre todo las de gran superficie, las canchas, los campings e incluso el parque eólico.
Sí veo que el personal de guardaparques de los últimos años, ha crecido en profesionalismo y trabajo efectivo. Desde ya, quiero destacar a Julián Zugazúa como jefe de Guardaparques porque realmente hace un trabajo a conciencia.
-Mencionaste varios problemas ambientales, ¿considerás que están en la agenda pública?
- No están en la prioridad y desde mi punto de vista deberían estarlo. Arturo Rojas declaró en su primera intendencia que estamos en una emergencia ambiental por diferentes cuestiones: el basural, los efluentes cloacales, el Puerto. Desde una óptica de gestión, estamos ante muchas problemáticas históricas de carácter ambiental, creo yo que el organigrama de la Municipalidad debería tener al área de ambiente en un lugar destacado. Tal vez sería conveniente que tuviera otro protagonismo para que se abarquen estas problemáticas de manera integral.
-¿Qué habría que hacer con el edificio del casino?
-Todo lo que sea patrimonio desde mi óptica no puede perderse porque lo que se vende no tiene recuperación. No es que hay una opción en otro lugar para otra cosa. Lo que se entrega, se perdió para siempre. Desde una óptica solidaria e intergeneracional, ¿por qué nosotros vamos a perder una porción de patrimonio? ¿Y lo vamos a hacer perder a futuro? ¿Cuál sería nuestra lógica solidaria si todo lo que no podemos solucionar lo entregamos, en lugar de buscar mejores alternativas para solucionar eso?
-¿Y cuáles podrían ser las alternativas?
-Las que no se quieren hacer. Si es un bien patrimonial, existen subsidios a nivel internacional. Hay que elevar un buen proyecto a alguna entidad que financie la remodelación y retomar los usos porque el teatro se podría utilizar porque no sobran espacios en Necochea en la zona de la villa balnearia.
No se hace un planteamiento de alternativas porque al no hacerse una auditoría real, donde circule la palabra de todos, ciudadanos idóneos, no sabemos qué alternativas hay. Hay que abrir más el juego a la participación.
-¿Cuál es tu opinión sobre el gobierno de Arturo Rojas?
-Veo un primer momento con una mirada muy economicista de la gestión, donde se olvidó las otras dos patas de la sustentabilidad. En total son tres, lo económico, lo social y lo ecológico. Si nos apoyamos en una sola, empiezan los inconvenientes en las otras dos. En la primera gestión vi eso y en las ultimas concesiones en el sector playa, tanto Corona como South Beach, tenemos conflictos en lo social y en lo ecológico. Desde lo económico, tal vez reditúe a corto o mediano plazo, pero desde las otras dos perspectivas no noto que haya significado una mejora.
Y esta gestión, la estoy analizando.
-¿Cómo ves el futuro?
-Si continuamos como hasta ahora, creo que vamos a estar peor. La ciudad sigue creciendo hacia el sudoeste, pero no noto que ese crecimiento esté afianzado desde una mirada integral. Continuamos con el mismo paradigma del siglo XX.
Sí veo buena voluntad de mucha gente, cada vez somos más colectivos trabajando y proponiendo, pero falta el encuentro con el municipio.
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