Tenía un arma “tumbera” para amenazar de muerte a su pareja
Personal de la DDI allanó la casa del acusado de violencia de género y secuestró una escopeta de fabricación casera
Personal de la DDI secuestró un arma “tumbera” del tipo escopeta del interior de la vivienda de un joven de 22 años que está acusado de violencia de género y amenazas agravadas en perjuicio de su pareja de 30 años.
Como se adelantó en la edición del domingo, la víctima fue golpeada por la persona con la que mantenía una relación sentimental y debió concurrir al Hospital Municipal Ferreyra por las lesiones recibidas.
Lejos de deponer su actitud, el agresor que acompañó a la mujer al nosocomio, la obligó a que no brinde detalles de los maltratos a los que fue sometida y le pidió que mienta en todo momento ante los profesionales de la salud.
Según la investigación del caso, el individuo encomendó a la víctima a que brinde otra versión de los hechos, aunque no pudo evitar el desenlace de la historia, que fue la detención de parte de los agentes del Comando de Patrullas.
Extraña situación
Los facultativos del hospital percibieron la extraña situación que se planteaba al momento de revisar a la mujer que acudió a la guardia por sus problemas de salud, provocados por los maltratos físicos sufridos.
Los médicos fueron informados por una paciente que, minutos antes ingresó al sector de la guardia de emergencias y les adelantó los tormentos atravesados por la mujer de 30 años que había mantenido una relación amorosa con el joven.
En ese sentido, se denunció el caso al 911 de la Policía y los agentes del Comando de Patrullas acudieron rápidamente al Hospital Municipal para apresar al individuo por las lesiones y amenazas reiteradas.
La Fiscalía Nº 10 especializada en violencia de género intervino junto a la Comisaría de la Mujer y la Familia, poniéndose en práctica el protocolo ordenado para este tipo de casos y se solicitó la detención del acusado de los hechos.
El Juzgado de Garantías avaló esa medida en virtud de los elementos probatorios reunidos.
La denuncia
No obstante, luego que la víctima se sintiera segura y contenida a través de la participación del equipo interdisciplinario, ésta denunció los graves momentos vividos y que su expareja la golpeaba y tenía un arma del tipo “tumbera” en su casa.
La mujer brindó detalles de la escopeta de fabricación casera que la hacía sentir insegura y la causa judicial fue remitida a la DDI para que amplía la investigación, a solicitud del fiscal Eduardo Núñez.
En ese sentido y con el aval del juez de Garantías Nº 1, Guillermo Llugdar, autorizó la realización del allanamiento para el domicilio de la expareja de la mujer en avenida 74 al 2700.
Los efectivos policiales revisaron la casa y encontraron oculta un arma “tumbera” como dijo la mujer durante su declaración en la Comisaría de la Mujer y la Familia.
Por lo tanto, se incautó una tipo escopeta, la que al parecer, estaba apta para el uso, según fue informado.
El acusado de los delitos de “amenazas, lesiones agravadas por el vínculo, en un contexto de violencia de género”, continúa alojado en una celda de la Comisaría Primera en carácter de detenido, como también se adelantó en la edición del pasado domingo.
¿Qué es una escopeta “tumbera”?
Las llamadas armas “tumberas” o de fabricación casera son casi tan viejas como las de elaboración original que se pueden comprar en las casas autorizadas y que se ven con más frecuencia en los hechos delictivos.
En un 99 por ciento de las armas “tumberas” son una copia del sistema de las escopetas del calibre 12; es decir, hay presencia de un percutor para realizar uno (o cuando las hacen de doble caño) dos tiros por vez.
“Las pistolas son mucho más difíciles de copiar porque el sistema del gatillo es demasiado complicado”, indicó un especialista en armas que ya está alejado de la fuerza de seguridad provincial.
Desde fines de la década del 80, la Ley Nacional de Armas (20.429) considera que estos engendros caseros que sirven para matar, son tan armas como las que se compran con todas las de la ley.
¿Por qué las usan?
Los motivos por los que los individuos usan armas de fuego caseras no obedecen, únicamente, a algo económico.
“De ningún modo, las usan porque en general son más cortas que las escopetas comunes, son más fáciles de transportar y si, por ejemplo, alguien es detenido por la policía y lleva en la mochila dos caños, puede llegar a alegar que se trata sólo de eso: de dos caños”, continuó diciendo el experto.