Tierra del Fuego: el sector electrónico convoca a un paro
Ante la medida nacional para eliminar aranceles a las importaciones
ROCÍO MAGALÍ SÁNCHEZ
Para Ecos Diarios
Javier Escobar, secretario general de Asociación de Supervisores de la Industria Metalmecánica, Metalúrgica y Minera (Asimra) y referente del sector electrónico fueguino, en diálogo con Ecos Radio advirtió que la medida anunciada por el Gobierno nacional podría provocar el cierre de plantas, miles de despidos y un vaciamiento económico en la Provincia.
La eliminación de aranceles a la importación de productos electrónicos, especialmente celulares ha generado una inmediata reacción gremial que incluye un paro por tiempo indeterminado y la convocatoria a un plenario provincial.
Esta situación que fue tomada como un anuncio político con claro tinte electoral. Y desde el sector manifestaron que se trata de una maniobra del oficialismo para mostrar una acción positiva sin considerar el impacto que tendrá sobre una provincia tan grande en territorio, pero tan chica en población, cuya economía depende en un 70% de la industria electrónica.
La experiencia no es nueva. Escobar recordó un antecedente preocupante: “Esto ya ocurrió en 2017, cuando eliminaron los aranceles a las computadoras. El único resultado fue el cierre de fábricas y trabajadores desempleados”. Aquel episodio terminó con ofertas de pasajes de regreso para operarios que habían migrado a la isla buscando empleo, lo que el dirigente describe como un “vaciamiento forzado”.
En respuesta al nuevo escenario, el gremio encabezado por Escobar ya convocó a una reunión con todos los sindicatos del sector y se planifica una acción conjunta más amplia. “Nos vamos a juntar con gremios públicos y privados para pedir un paro provincial”, confirmó.
Panorama complejo
Respecto al argumento esgrimido por algunos sectores que sostienen que la eliminación de aranceles será compensada con beneficios impositivos en los insumos importados, Escobar fue tajante: “Esto es directamente para habilitar el puerta a puerta. Ya lo vivimos. El mercado no se autorregula; si el Estado no interviene, las provincias como la nuestra quedan arrasadas”.
El dirigente explicó que, pese a que muchas veces se intenta desacreditar el trabajo fueguino diciendo que allí no se fabrica, sino que sólo se ensambla, el proceso actual de producción en todo el mundo opera bajo esa lógica. “Ensamblar no es una mala palabra. Es el modo en que hoy se produce tecnología. Se fabrican componentes, se desarrollan softwares. Hay mucho desconocimiento y desinformación, incluso de las propias empresas que no han sabido comunicar la importancia del ensamblaje”, lamentó.
El panorama que dibuja Escobar es preocupante. Según estimaciones, la medida podría dejar sin trabajo a entre 4.000 y 6.000 empleados directos, y afectar indirectamente a más de 20.000 trabajadores. “Esto impacta en todo: en lo público, en los ingresos provinciales, en la vida de miles de familias”, sostuvo.
Consultado sobre si ya se han producido despidos o suspensiones, respondió que aún no, pero alertó que el sector comenzó el año con dificultades y que el anuncio fue un golpe inesperado. “Fue repentino. Si se concreta como dijo el vocero presidencial, para enero de 2026 tendremos la mayoría de las plantas cerradas”.
Finalmente, Escobar reiteró que el gremio ve en esta medida no sólo una amenaza económica sino una decisión ideológica: “Esto va en contra de un modelo de país industrial. Si no se detiene, el futuro de Tierra del Fuego como polo productivo corre serio peligro”.
Mientras tanto, los sindicatos de Tierra del Fuego se movilizan, y en el “corazón de la isla”, como llamó Escobar al epicentro fabril de Río Grande y Ushuaia, se definirá en las próximas horas el plan de lucha con la esperanza de revertir una decisión que, de implementarse, podría alterar drásticamente la estructura económica y social de toda la provincia más austral del país.
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