Todo para ellos mira al futuro
Expectativas. De la asociación por el rol que le tocará cumplir en el manejo de la planta de separación de residuos que deberá construir la empresa Relisa
Tras la reciente aprobación en el Concejo Deliberante del convenio por la basura, los integrantes de la Asociación “Todo para ellos” se empiezan a preparar para cumplir con el rol que les tocará en suerte: el manejo de la planta de separación y clasificación de residuos que deberá construir la empresa encargada de la recolección domiciliaria.
De acuerdo a lo estipulado en el citado acuerdo, la empresa Relisa tendrá un plazo de siete meses para construir dicha planta, y sobre el desembarco de la entidad en este proyecto, Soledad Arana apuntó que “desde la asociación y el Taller Protegido, cuando surgen cuestiones ambientales o lo que tiene que ver con el tratamiento de los residuos en especial los plásticos, tratamos de interesarnos y ofrecernos teniendo en cuenta que es la fuente de ingreso de los 42 operarios con discapacidades que tenemos”.
Debido a ello “Todo para ellos” planteó su disposición para hacerse cargo del trabajo en la planta de separación de residuos. Para ello esgrimieron su historial de dos décadas en el tratamiento de los residuos plásticos. “A nosotros no nos compete el convenio entre Relisa y el municipio, pero si lo que tiene que ver con la recolección de ese material plástico, que es lo que nos ocupa”, acotó Arana.
Si bien el proyecto aprobado en el Concejo establece un acuerdo de explotación de la planta por parte de la entidad por cinco años y sin pago de canon, se dejó en claro que se deben firmar algunos convenios más ligados al trabajo que harán.
Un trabajo “en conjunto”
Inferior a lo que será una planta de tratamiento de todos los residuos domiciliarios que se recogen, “Todo para ellos” cuenta con su propia planta para materiales prácticos, que funciona en el predio de Jesuita Cardiel, a orillas del río Quequén.
La misma procesa más de 20 toneladas de plástico por mes, “y eso es lo que nos ha animado a participar de este plan de tratamiento de la basura”, señaló Soledad Arana, para añadir que “el trabajo de recolección, separación y reciclaje de los residuos es un trabajo que lleva mucho tiempo y es algo a hacer en conjunto con el municipio”.
Además de los plásticos a la planta arribarán residuos secos y húmedos, que habrá que clasificar y reciclar y se complementará con un plan de separación previa de los vecinos en sus hogares.
Un antecedente similar
De manera de interiorizarse sobre el manejo de una planta de tratamiento, integrantes de la asociación vienen asistiendo a visitas de emprendimientos de este tipo en otras ciudades, como ocurriera recientemente en Ayacucho y en breve se concurrirá a la de San Cayetano.
El “Todo para ellos” sería el segundo Taller Protegido que incursionaría en esta labor, que ya cumple una entidad similar en el municipio de Las Flores.
“Estamos indagando e investigando sobre las mejores prácticas que se emplean en comunidades similares a la nuestra”, resaltó Arana.///
Veinte años de experiencia
La Asociación “Todo para ellos” empezó hace 20 años a hacer el tratamiento de residuos plásticos (envases de ese material, en su gran mayoría botellas), que los ciudadanos depositan en los llamados “puntos limpios”, que hoy suman 100 entre Necochea y Quequén.
Tras su inicio en la sede calle 79 casi Diagonal, años después se construyó la planta actual a la vera del río, donde la asociación recicla plásticos que reduce y separa el cartón y papel que llega a su sede, así como también latas de aluminio de gaseosas y cervezas. Hoy en día se procesan veinte toneladas mensuales (ocho más que el año anterior) y el material se vende a una empresa que fabrica escobillones.
A través de una donación de material por parte de una empresa se dispondrá en breve de una decena de puntos limpios más, y a lo largo de 2023 se prevé incorporar “entre 80 y 90 más, de manera que todos los vecinos tengan uno cerca en cada barrio”.
“Siempre le pedimos al vecino que nos provea el material plástico y cuidado, porque es manipulado luego por personas con discapacidad”, subrayó Arana.
Los trabajadores con discapacidad de la planta trabajan en el horario de 7.30 a 16 y reciben como paga un peculio a través de un programa provincial; mientras que la organización les entrega de acuerdo a la producción de cada agente un plus de peculio, que en general llega a aportar a la persona un 40% de un salario mínimo.///