“Todos tenemos que poner un granito de arena”
Carina Cools lamentó que la ciudad muestre cierto atraso en relación a otras ciudades y advirtió que también es responsabilidad de los ciudadanos. Criticó el valor de los impuestos y las tasas y destacó el trabajo del campo
Julieta Moreno
Redacción
“Yo la quiero a mi Necochea, pero es triste lo que pasa. En el año 2002, estaba paralela con Tandil, eran ciudades similares. Lamentablemente Tandil fue hacia arriba y Necochea hacia abajo”, expresó la empresaria Carina Cools. No obstante, reconoció que no todo es responsabilidad del municipio y advirtió que “todos tenemos que poner un granito de arena”.
Carina Cools nació en Necochea, pero de chica vivía en el campo. Hizo la primaria en la Escuela Nº 11 Campomar y cursó el secundario en la Escuela Media Nº 1 de nuestra ciudad. Si bien su sueño era estudiar para ser ingeniera agrónoma, sus padres en aquel momento consideraron que no era conveniente, así que inició la carrera docente en el Instituto Nº 31 y se recibió de maestra, aunque nunca ejerció. A los 22 años, empezó a trabajar en la distribuidora Z de Tres Arroyos y se hizo cargo de la sucursal Necochea de venta de maquinarias, pero en el año 2000 la firma cerró.
Esta situación la impulsó a armar su propio emprendimiento comercial, “Don Francisco Maquinarias”, en el mismo local donde funcionaba la empresa en la que ella trabajaba, en ruta 228 km 1, en el ingreso a Necochea. Eligió ponerle el nombre de “Don Francisco” en honor a su padre, que le enseñó mucho de lo que sabe de fierros y de campo. Hoy, después de 24 años, sigue al frente de su empresa. Actualmente vive en San Manuel, pero viaja cuatro veces por semana o más para cumplir con sus obligaciones laborales
En diálogo con Ecos Diarios, dio su punto de vista. Lamentó el estado de la ciudad en varios sectores y cuestionó el valor de las tasas y los impuestos que, a su entender, no se ven reflejados en obras. Además, se refirió a su actividad comercial y a sus inicios en el rubro de insumos agropecuarios.
-Abriste un negocio de maquinarias agrícolas siendo muy joven y además siendo mujer, ¿cómo fue eso? ¿sentiste que te costó en algún punto por ser mujer?
- Totalmente. Lo sentís, pero es lo que te ayuda a tener fuerzas para seguir adelante porque uno con su trabajo demuestra que la mujer también puede. Muchas veces me han mirado pensando “qué va a saber ésta sobre lo que está vendiendo”, pero cuando se dan cuenta que una tiene conocimientos y que lo sé lo he vivido por mi experiencia en el campo, cambia la situación. Son muchos años de trayectoria y, si Dios ha de querer, serán muchos años más.
Cuando yo arranqué tan joven a los 22 años, yo veía a la Argentina como una selva, donde primaba el “defendete como puedas para que no te coma el león porque nadie te salva”. Y hoy soy mamá de tres hijos varones y es triste porque tenemos un país tan hermoso y lamentablemente pienso igual. Es una selva y seguimos pensando en el “defendete y salvate como puedas”. Además, todo está tan loco, que uno va por la senda buena y a veces te puede pasar cualquier cosa y la Justicia te deja para que Dios te ayude y no debería ser así. Hoy uno ve mucha gente joven, que decide irse de la Argentina y es muy triste.
- Y la actividad comercial en el rubro de las maquinarias rurales, ¿cómo está ahora?
-De marzo a junio bajaron mucho las tasas de los créditos. En marzo estaban entre el 47 y el 60% y ahora están en un 22%. Bajaron las tasas y me parece diez puntos porque el campo se lo merece. Muchos dicen que la gente del campo tiene esto o lo otro, pero es mucho sacrificio. Cuando otros están durmiendo, el productor ya anda en el campo.
La baja de las tasas ha motivado las ventas, pero están todos con cautela y yo los entiendo porque soy hija de productor. Por otro lado, el cereal tiene buen precio, pero te mata el 35% que te retienen. Es como si a una persona que tenga su sueldo, el gobierno le retuviera un 35% de lo que gana. Te vaya bien o mal, porque el 35% te lo sacan. Muchas veces hay gente que tiene bronca con el campo y no entiendo por qué, porque son laburantes también. Y el campo es una ruleta porque se apuesta un montón de plata y, a veces, no se sabe cómo puede venir porque depende de otros factores.
-¿Y cómo ves la ciudad?
-Yo la quiero a mi Necochea, pero es triste lo que pasa. En el año 2002, estaba paralela con Tandil, eran ciudades similares. Lamentablemente Tandil fue hacia arriba y Necochea hacia abajo, en picada. Uno ve las calles sucias y hasta los mismos dueños no se preocupan si la vereda está rota y, en otras ciudades, en cambio, se esmeran para tener la casa más arreglada. Muchos le echan la culpa al municipio, pero no toda la culpa es del municipio. Todos tenemos que poner un granito de arena y lamentablemente no sucede. Veo algunas cosas que se han hecho, pero le falta mucho.
-¿Qué cuestiones te preocupan y crees que hay que solucionar ya?
- A mí me da mucha pena el casino, no puede estar así. Hay que privatizarlo y que venga un casino de Buenos Aires o de otro lado. Traería universidades para que los chicos no se vayan y haría una autopista de Necochea a Mar del Plata. Hay muchas cosas para hacer.
El acceso a la ruta es deplorable. No puede ser que haya pueblos chiquitos que tienen mejor entrada y accesos que Necochea.
Tenemos un río hermoso que se podría aprovechar. En pleno verano, te toca un día feo, ¿qué hace un turista en Necochea? Me imagino una confitería sobre el río. Tenemos una costanera hermosa y, en realidad, está así gracias a los vecinos del Paseo de la Ribera. Eso no lo hizo la Municipalidad. A veces te da bronca porque ¿dónde va la plata que pagamos?
No puede ser lo que pagamos en impuestos municipales, en patentes, todo es un disparate. Si te cobraran impuestos, pero uno viera cosas, está todo bárbaro, pero si uno no ve nada...
- Qué hacer con el Parque es otro de los temas que genera cierta polémica, ¿tenés alguna postura al respecto?
- Hay gente que parece que quisiera enterrar a Necochea, en lugar de verla crecer. Me acuerdo lo que fue cuando se quería hacer la cancha de hockey o la de rugby y, por otro lado, veo en Cariló lo hermoso que está todo.
Yo creo que tenemos que crecer y dejar crecer, porque hay algunos que no vienen con ideas y lo único que ponen son trabas. ¿Querés que crezca Necochea o querés que sea una ciudad fantasma?
-¿Cómo ves el rol del ciudadano? ¿Se involucra o participa?
-Yo lo que noto es que en un pueblo que son menos habitantes, la gente se preocupa para que vaya todo para adelante, pero cuando es una ciudad más grande es como que cada uno se mira hacia adentro. Es como que ya no le importa ni el de al lado. Es triste.
-¿Cómo ves la actuación de la dirigencia política en general?
-Yo no soy de ningún partido. En un negocio, hay que ser neutra en política como en fútbol. No soy de nadie porque a veces te puede jugar en contra.
Yo aposté a la Argentina cuando tenía 22 años porque la amo y quiero que nos vaya bien a todos. Pero ¿cómo puede ser que la Argentina haya sido uno de los mejores países y ahora seamos uno de los peores? Eso me indigna.
Recién venía escuchando Radio 10, que está en contra del gobierno actual, que se quejaba de que no se hacen obras y yo me pregunto: ¿los que estuvieron antes qué hicieron? Y piensan que en siete meses se puede levantar un país que estaba prendido fuego.
Me indigna que los políticos que han robado anden todos vivitos y coleando. ¡Qué devuelvan lo que se robaron! También me da bronca que siempre los que tienen que padecer son los jubilados, gente que toda su vida aportó y no tiene para comer.
- Y sobre el gobierno de Arturo Rojas, ¿qué opinás?
- Algo ha hecho, pero hay muchas cosas para mejorar. También entiendo que una ciudad grande es mucho más difícil mejorarla.
-¿Cómo ves el futuro?
- Sigo apostando porque mi corazoncito está en Necochea y me encanta pasar el verano acá con mis hijos. Las playas me encantan. Amo la ciudad, pero me da tristeza que, en lugar de ir para adelante, haya ido para atrás.
Desearía que fuera como Tandil, que se encaminara, que tuviera otra visión. Tiene que empezar a marchar.
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