Trabajan en la reconversión de un emblemático inmueble
En los años 70 funcionó allí la empresa Huemul, del Grupo Sasetru. Ahora lo hará una planta procesadora de papas. Brinda detalles Fernando Dufau
Fernando Dufau prevé que en octubre próximo se estará trabajando en la planta procesadora de papas que funcionará en la zona portuaria de Quequén, para lo cual adquirió en febrero pasado el edificio en que, años atrás, funcionara la empresa Huemul, del Grupo Sasetru.
Se trata del inmueble ubicado en la manzana comprendida por las calles 509, 507, 536 y 538, que tiene unos 17.000 metros cubiertos, a los cuales se añade otra superficie de tierras sobre la ribera del Río Quequén, en la que se cuenta con una planta de tratamiento de efluentes.
Dufau ya viene trabajando en relación con el procesamiento de papas, que incluye su almacenamiento, lavado y cepillado. Luego de ese proceso se envía el producto a empaque para su venta al exterior, que no la hace su empresa directamente, sino a través de exportadores.
Entrevistado en el programa “El Ciudadano”, que puede verse en Youtube, el empresario oriundo de Quequén sostuvo que cuenta con un sólido equipo, con el que viene trabajando desde hace varios años. “Detrás de nosotros no hay ningún grupo empresario”, subrayó, descartando especulaciones en tal sentido.
Tras la adquisición del inmueble, realizada durante el último verano, tenía previsto poner en marcha la planta rápidamente. Pero diversas cuestiones técnicas y administrativas generaron la demora. Antes de fin de año, presumiblemente en octubre, el emprendimiento estaría en marcha: Esto coincidiría con la cosecha de papa en Tucumán, donde Dufau viene trabajando desde hace años en relación con su producción.
En caso de que por diversas razones no se llegue a comenzar a trabajar en octubre, se haría en febrero de 2026, época de cosecha de papa en esta región el sudeste bonaerense.

Instalaciones en buen estado
Las instalaciones de Quequén se encuentran mucho mejor de lo previsto. Pese a que hace más de diez años que allí no se trabaja. “Pensábamos que estaba de otra manera, pero el edificio no ha sido vandalizado y está muy cuidado, gracias a Hugo Machado, un hombre que permaneció al cuidado del inmueble y que hoy está trabajando con nosotros. Cuando tomamos posesión estaba como el día que lo cerraron”, reveló Dufau.
No obstante, dado el tiempo transcurrido y la necesidad de adecuar las instalaciones a las necesidades, a los servicios con que hoy se cuentan y a las normativas vigentes en la actualidad, inevitablemente deben llevarse a cabo tareas para una puesta en valor
Una vez que se tomó posesión de predio, a través de un convenio con el Centro de Formación Profesional N° 402, se instalaron pantallas solares, a fin de reducir el consumo energético en horario diurno.
Si bien en principio se hará el lavado y cepillado de la papa para su posterior empaque, se tiene previsto que en otra etapa se le dé valor agregado al producto fresco. “Pretendemos hacerla a bastón e industrializarla. Es decir: que las papas lleguen como materia prima y salgan con todos los tipos de procesamiento posible”, explicó.
Dufau se siente orgulloso de poder lograr que vuelva a haber actividad industrial en ese establecimiento y, de esa manera, generar la posibilidad de crear fuentes de trabajo. Se prevé la incorporación de 50 personas en una primera etapa. Cifra que podría duplicarse más adelante.
Dado que el inmueble tiene una superficie superior a las necesidades de este emprendimiento vinculado con el procesamiento de papas, se está en tratativas con empresas de otros rubros para que puedan hacer uso de este espacio. Se cuenta con cuatro cámaras de frio de gran tamaño.
“Estamos invitando a varias empresas, queremos traer alguna multinacional de la papa, porque es hacia donde estamos apuntando”, deslizó el empresario. Y advirtió: “Si en este proceso hay gente que se mete en el medio para parar estas inversiones, se va a saber, porque lo voy a decir, de la misma manera que hoy afirmo que estamos trabajando, gestionando y moviéndonos para poder habilitar este establecimiento”.
Necesidad de trabajo
Dufau no olvida su origen humilde y recuerda la llegada de su familia a Quequén, que se produjo, precisamente, por las expectativas laborales que había por entonces.
“Desde que la gente se enteró de la compra de este edificio, es increíble la cantidad de gente que pide trabajo, hay una gran necesidad en ese sentido. Por eso, la dirigencia política debe darse cuenta de la necesidad de atraer empresas que inviertan en Necochea, donde hemos ido perdiendo industrias a través del tiempo”, añadió el empresario.
Consciente de las dificultades y contratiempos contra los que debe lucharse para poner en marcha un emprendimiento de esta naturaleza, reconvirtiendo un emblemático establecimiento fabril de la zona portuaria de Quequén, Dufau segura tener “las agallas suficientes” para lograr su objetivo.
“La producción genera empleo y puedo asegurar que, contrariamente a quienes dicen que la gente no quiere trabajar, puedo asegurar que son muchas las personas que buscan trabajo. Las redes sociales explotan solicitándolo. No piden otra cosa”, agregó.
Finalmente, tras haber hecho una fuerte inversión económica, Dufau se muestra confiado en concretar “un proyecto ambicioso con la papa”, a través del cual volvería a potenciarse un sector de Quequén que, tras la caída del Grupo Sasetru en los 70 y el derrumbe del Puente Ezcurra en 1980, fue perdiendo vitalidad, palpable en el estado de abandono predominante en edificios y calles. Puede convertirse en una inyección productiva que genere un efecto contagio por el bien del desarrollo del distrito.
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