Tránsito, caos y accidentes
Las páginas de Ecos Diarios testimonian día a día la creciente cantidad de accidentes que se producen en las calles de la ciudad, la gran mayoría con heridos.
Lejos de causarnos sorpresa, más allá de los lamentos que nos pueden generar las colisiones de mayor gravedad, entendemos que los continuos choques son la lógica consecuencia de un tránsito, caótico y más veloz de lo permitido y aconsejable.
“Se maneja como se vive” menciona una frase que intenta explicar o justificar lo que está pasando. Y en cierta forma plantea el estado de ánimo, preocupación y enojo que hay en buena parte de la comunidad desde hace largo tiempo por la realidad social- económica del país.
Tales sentimientos no justifican conducir a excesiva velocidad, haciendo uso teléfono celular, en varios casos alcoholizados, sin acatar las normas de tránsito e incluyendo la luz roja de los semáforos, que son algunas de las causas de este complicado momento.
Los motociclistas, muchos de los cuales conducen de manera intrépida y sin tener en cuenta que llevan las de perder ante una posible colisión, encabezan largamente la lista de heridos que llegan al hospital Emilio Ferreyra.
Aunque considerando los heridos y la necesidad de atenderlos parezca nimio tenerlo en cuenta, vale observar el alto costo económico que significa para la Municipalidad y detrás de ella para los contribuyentes, el hecho de pagar los traslados, primeras atenciones, internaciones o intervenciones quirúrgicas que demandan las víctimas de los constantes accidentes.
No pocos apuntan a la falta de controles eficientes por parte del área de Tránsito de la comuna, y si bien en cierta forma es real, resulta imposible contrarrestar semejante caos ya que habría que tener cientos de inspectores disponibles.
Los conductores responsables, que por fortuna son mayoría, hoy salen a manejar en Necochea y Quequén con un marcado temor de encontrarse con alguna sorpresa en cada esquina. De que se les aparezca un vehículo “desbocado”, o que los supere en pleno andar por el lugar indebido.
A veces a estos conductores no les alcanza con respetar las normas y circular a una velocidad acorde. Ellos como los peatones y ciclistas están en constante zozobra. Una realidad que se agudiza y a la que solo le podemos poner freno si todos tomamos real conciencia y respetamos las normas.///
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