Tres años de un crimen que parecía esclarecido, pero quedó impune
El 2 de diciembre de 2020 Juan José Giglio apareció apuñalado en Almirante Brown y 524
Hace tres años, el 2 de diciembre de 2020, Juan José Giglio apareció apuñalado en Almirante Brown y 524 en Quequén. El hombre murió poco después de la llegada de la Policía y los investigadores creyeron que el crimen estaba esclarecido, pero este año el único imputado fue absuelto por un jurado popular.
De esta manera, tres años después, sigue siendo un misterio quién mató a Giglio. Hace unos meses, el jueves 27 de abril, luego de casi dos horas de deliberaciones, un jurado popular declaró “no culpable” al único acusado en la causa.
El imputado recuperó la libertad inmediatamente, tras permanecer detenido en la cárcel de Batán durante dos años y cuatro meses, por un crimen que para los “jueces del pueblo”, no cometió.
Antes del juicio la Fiscalía había desistido de acusar a otro joven, por lo que la decisión del jurado popular derribó todas las hipótesis de la acusación.
Incluso las hijas de la víctima, habían manifestado un día antes de la finalización del juicio, que creían que el imputado no fue el autor del crimen y que quien hirió a Giglio fue el primer joven que la Fiscalía no quiso acusar.
La pelea
El sangriento episodio habría ocurrido en una vivienda ubicada en cercanías de la avenida Almirante Brown y calle 524, de Quequén, durante la noche del 2 de diciembre pasado, en el medio de un altercado entre un grupo de individuos que se hallaba en dicho domicilio.
Un llamado al servicio de emergencias 911, alertó a los efectivos policiales sobre la presencia de una persona semi desvanecida que fue identificada como Juan José Giglio, quien presentaba una herida de arma blanca a la altura del pecho.
Producto de la puñalada recibida, Giglio perdió mucha sangre y cuando se lo trasladó al Hospital Municipal Ferreyra, el hombre falleció como consecuencia de las graves heridas internas que sufrió.
Se pudo establecer que Giglio luego de ser atacado con un arma blanca, pidió auxilio en una vivienda ubicada en calle 511 al 1000, de Quequén, donde alcanzó a denunciar que dos masculinos lo habían herido.
En medio de la pesquisa por el crimen de Giglio, personal policial observó que sobre una mesa del televisor de la vivienda de calle 511, había un caño de 60 centímetros de largo con una punta afilada.
Este elemento casero, podría haber sido el arma letal utilizada para atacar al hombre de 32 años que contaba con antecedentes penales y en noviembre lo habían aprehendido dos veces una jornada de domingo, tras protagonizar dos robos en pizzerías del centro.
Dicho elemento fue secuestrado y en otro allanamiento, también se incautaron un cuchillo, una toalla con sangre y un escobillón, que se habría usado para limpiar posibles evidencias en el escenario de la feroz agresión en Quequén.
Sospechas
Todo hacía sospechar que una joven pareja que vivía en ese domicilio y el hijo de la mujer podrían estar vinculados en el homicidio.
La actitud sospechosa de la mujer, que se encontraba baldeando la vereda ensangrentada cuando llegó la Policía, no hicieron más que reforzar la hipótesis de los investigadores de que el ataque ocurrió dentro de la casa.
Sin embargo, el menor de los sospechosos parecía tener como coartada el hecho de que no pudo ser encontrado por la Policía tras el crimen y recién fue aprehendido días después en La Dulce.
Finalmente, tras varias declaraciones, aprehensiones y distintos elementos de prueba, la Fiscalía desistió de acusar al joven y a su madre y quedó como único imputado el hombre que acompañaba a Giglio.
Incluso la mujer acusó a su pareja durante el juicio realizado en abril pasado. “Llegó Giglio a casa y comenzaron a pelear por una bomba de agua y una balanza para pesar droga”, narró la mujer, que en todo momento trató de exculpar a su hijo.
Dijo que fue su pareja y no su hijo quien “lastimó a Giglio y había un gran charco de sangre en la casa, luego este hombre se cayó en la cinta asfáltica”.
La mujer dijo que su pareja se subió encima de Giglio y le gritaba: “morite, morite”.
No obstante ello, ni los familiares de Giglio ni el jurado popular quedaron convencidos de las palabras de la mujer y finalmente el único imputado fue liberado.
De esta manera, a tres años del crimen de Giglio, no se sabe quién lo apuñaló.///
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