Tres de los egresados de Medicina en Mar del Plata son necochenses
Entre los primeros. Celina Root, Romina García y Julián Quehe están entre los 89 estudiantes de la primera promoción de la carrera en la UNMdP
La semana pasada se recibieron los primeros 89 estudiantes de la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata, entre ellos, los necochenses Celina Root, Romina García y Julián Quehe.
El 25 de marzo rindieron su examen final en el Hospital Privado de la Comunidad (HPC) para convertirse en médicos y ahora deberán esperar la llegada del título para empezar a hacer las residencias en las especialidades que elijan y, de esta forma, insertarse en el sistema de salud.
Ecos Diarios dialogó con los flamantes profesionales, quienes contaron cómo fue la experiencia y se refirieron a sus expectativas en cuanto al desarrollo de su profesión. Tanto Romina García como Celina Root cumplieron su último año de prácticas en el Hospital Ferreyra y en CAPS de Necochea y esperan también poder hacer las residencias en pediatría y cirugía, respectivamente, también en nuestra ciudad. Quehe, en cambio, se va a dedicar a la traumatología y le gustaría quedarse en Mar del Plata.
La parte social
de la medicina
Celina Root tiene 24 años, terminó la secundaria en la Escuela José Manuel Estrada (ex Colegio Nacional) y hace poco más de una semana se recibió de médica.
Eligió Mar del Plata para estudiar para estar cerca de su casa y su familia y, además, la ciudad le gustaba porque tiene playa como la nuestra. Durante la carrera, alquilaba un departamento en invierno y volvía en el verano.
La carrera de Medicina, que se empezó a dictar en Mar del Plata en 2017, tiene una duración de seis años, de los cuales el último año corresponde a prácticas en hospitales y centros de salud.
En su caso, realizó las prácticas en nuestra ciudad, en el hospital Dr. Emilio Ferreyra y en los distintos CAPS barriales, pasando por todas las especialidades: cirugía, medicina general, clínica médica, pediatría y ginecología.
“La mirada que tiene esta currícula es muy distinta a las de otras facultades, es más centrada en el paciente, tiene mucho de la parte social de la medicina”, contó. Además, destacó que “lo más lindo” de todos estos años, “fueron los compañeros y profesores que he conocido y todas las cosas que hemos vivido”.
Sobre el examen final, indicó que se sorprendió por la organización y destacó la exigencia del examen, que incluyó simulaciones clínicas con actores. Se trató de una prueba de competencia clínica denominada ECOE (Examen Clínico Objetivo Estructurado) en el que estuvieron involucrados cerca de 50 docentes, actores, y que requirió previo asesoramiento de profesionales de México que trabajan con este tipo de simulaciones, y también de especialistas de la Universidad Nacional del Nordeste (UNE).
Ahora debe esperar a que le llegue el título para después rendir un examen que la habilite para iniciar la residencia. En su caso, le gustaría seguir cirugía y, si es posible, hacerla en Necochea.
Para terminar, destacó la cantidad de necochenses que hay en la carrera de medicina. “Cada vez son más; me cruzo con muchos conocidos”.
“Un logro personal
y familiar”
“Soy la primera integrante de mi familia universitaria así que fue todo un logro no solo personal sino familiar”, contó Romina García, tras convertirse en médica.
Ella terminó la secundaria en la Escuela Media 9 de Quequén y después estudió Instrumentación quirúrgica, incluso trabajaba en el hospital Ferreyra cuando decidió dejar todo para irse a estudiar medicina a Mar del Plata. Ahora volvió a Necochea, con un título más para seguir trabajando en el ámbito de la salud.
En su caso, el último año de prácticas lo hizo en Necochea, pero también participó de una experiencia en el norte del país en febrero. Le tocó en Amaicha, provincia de Tucumán. “Fue una experiencia increíble, nos teníamos que movilizar a caballo y vimos otra realidad porque allá el sistema de salud va a las casas”.
A ella le gustaría hacer la residencia de pediatría en Necochea, pero en un futuro querría especializarse en neonatología.
“Tengo expectativas bastante grandes”, dijo en relación a su profesión y remarcó que su intención es “tratar siempre de empatizar con la gente, ponerme en el lugar del otro y entenderlos como pacientes y no solo en el lugar del médico”. En este sentido, dijo que “voy a poner los valores por sobre todo” y señaló que “la carrera busca que aprendamos a mirar al paciente siempre en forma integral, entendiendo su ambiente y contexto”.
“El camino
empieza ahora”
Julián Quehe terminó el secundario en el Instituto Nuestra Señora del Rosario y enseguida empezó a estudiar el profesorado de Educación Física en el Instituto de Formación Docente N° 31. Cuando le faltaban pocas materias para recibirse de profesor, abrió la carrera de Medicina en Mar del Plata y decidió emprender ese nuevo camino.
Los tres primeros años alquiló un departamento y volvía todos los veranos, pero después ya se empezó a quedar y hoy ya está radicado en Mar del Plata. Durante la carrera, participó en una Ayudantía y actualmente dicta clases particulares a estudiantes.
En su caso, el último año de prácticas lo hizo en Mar del Plata, en el Hospital Interzonal General de Agudos. “Es interesante porque al ser un Hospital de derivación, todo lo que no se pudo resolver en la zona llega ahí, así que uno ve de todo”, se indicó. En lo que respecta a pediatría, tuvo que concurrir al Hospital Materno Infantil y medicina general en el CAPS Libertad.
A él le gustaría especializarse en ortopedia y traumatología, quizás en Mar del Plata, teniendo en cuenta que –según contó- se hizo muchos amigos y está muy cómodo en la ciudad. Además, aseguró que le permitiría seguir estando “cerca de Necochea y de sus viejos”.
“Tengo muchos nervios de lo que se viene porque el camino recién empieza ahora”, dijo Julián, aunque advirtió que le da cierta tranquilidad saber que la medicina es amplia y tiene mucho campo para elegir y desarrollar.///