“Necochea quedó posicionada para eventos masivos”. Así resumió el intendente, Arturo Rojas, la satisfacción del gobierno municipal por el recital brindado por el grupo de rock nacional La Renga en la pista de atletismo del Polideportivo “Hugo Edgardo Yelpo”.
Defendiendo la “decisión política” de llevar adelante un evento de semejante magnitud y con un “palito” para la Unión Cívica Radical, que en todo momento se opuso a la realización del show (sobre todo por el lugar y la fecha elegida), Rojas sacó pecho luego de lo ocurrido el último sábado de 2024.
Pero no sólo la gestión municipal destacó lo ocurrido en la zona del puerto local. Los comerciantes que tienen emplazados allí sus locales también se mostraron contentos con lo ocurrido. Pero no solamente por haber vendido un poco más de lo habitual para la fecha, sino también porque las más de 40.000 personas que vibraron con La Renga mostraron un comportamiento a la altura de las circunstancias. Los campings, la hotelería y la gastronomía también tuvieron un impacto positivo con el evento.
Pero esta no es la primera vez que Necochea tiene un evento de este tipo que genera la expectativa de volver a ubicarse en el mapa turístico argentino, como lo estuviera en las décadas del 60 y 70.
Allá por el año 1988, Necochea vivió un evento masivo y, lamentablemente, trágico casi al mismo tiempo. El 6 de marzo, se disputaba en el circuito “Benedicto Campos” de Quequén la segunda fecha de la temporada del TC, la Vuelta de Necochea. Había unos 20 mil espectadores que abarrotaban los alrededores y la ubicación del público era una de las principales preocupaciones por la cercanía con la ruta.
No obstante el descontrol, las series se pusieron en marcha. El primer parcial fue ganado por Osvaldo “Pato” Morresi al volante de un Chevrolet y el segundo quedó para el Dodge de Oscar Angeletti.
La tragedia ocurrió en la vuelta 15 de la final, mientras punteaba Roberto Mouras. Al Dodge de Edgardo Caparrós se le rompió un neumático y se despistó sobre la Avenida Almirante Brown, a unos 500 metros de llegar a la última rotonda, antes de empalmar la Ruta 88. El automóvil se fue directo contra una zona con muchísimo público. Hubo trece muertos -doce espectadores, casi todos en el acto y otro que murió seis días después, y el acompañante del piloto- y alrededor de 30 heridos. Ecos Diarios tituló, en su segunda sección: “En un instante se tronchó la fiesta y sobrevino el horror”. Obviamente, nunca más ha habido un espectáculo automovilístico de ese nivel.
Si de eventos deportivos hablamos, más de uno recuerda aquellos torneos de verano, donde el Estadio Panamericano era escenario de grandes partidos entre equipos de la talla de Independiente, Racing Club, Estudiantes de La Plata, Gimnasia La Plata, Newell´s Old Boys, Rosario Central y hasta el Sion de Suiza.
En 1999 llegó el final para el sueño de torneos de verano en nuestra ciudad. Central, Newell´s, Gimnasia y Estudiantes fueron los protagonistas. El clásico rosarino fue 1 a 1 pero el estadio no pudo contener semejante convocatoria. Además, la ciudad estuvo prácticamente invadida de barras bravas, y hubo tiros y disturbios en el centro. El torneo se suspendió y terminó con el clásico platense en Mar del Plata. Fue el final para el fútbol de verano en nuestra ciudad.
Siguiendo con las actividades deportivas que pasaron por Necochea con el objetivo de “quedarse para siempre” y hasta “romper la estacionalidad”, el EnduroPale tuvo tres ediciones en la playa local.
En 2016, 2017 y 2018, durante la intendencia de Facundo López (Frente Renovador), los fanáticos de la velocidad y las motos tuvieron en la arena céntrica un evento de gran convocatoria y atractivo para los foráneos. Sin embargo, campaña política de por medio y críticas desde un sector ambientalista, la fiesta motoquera solo duró 2 años. Nunca más volvió.
Ya en cuestiones culturales, “La Ruta del Tango”, también planteada por la mencionada gestión municipal con la intención de atraer turistas en el invierno local, sumó más críticas que adhesiones, sobre todo por la gran erogación de dinero que se realizaba desde el Entur (Ente Necochea de Turismo) para traer figuras de primer nivel. Al igual que con las actividades relatadas anteriormente, luego de un par de años, quedó en el olvido.
¿Podrá el rock meternos en el mapa nuevamente? Necochea tiene una amplia historia ligada a la cultura del rock argentino, aunque muchos no la recuerden.
Sin irnos muy atrás en el tiempo, luego de lo que fue la tragedia de República de Cromañón, en diciembre de 2004, fue nuestra ciudad la primera en la cual las bandas de rock nacional volvieron a subirse a un escenario en un lugar cerrado.
El Gigante de Huracán fue testigo de grandes recitales: Charly García, Divididos, Los Pericos, Luis Alberto Spinetta, Vicentico y Fito Páez, entre otros, dieron el presente durante el verano del 2005. Incluso La Renga, se presentó ante unas 4.000 personas en aquella oportunidad.
Si bien los espectáculos fueron en pleno verano y, por ende, no se puede dimensionar si quienes compraron las entradas para ver a estos artistas ya estaban en la ciudad o no, lo cierto es que seguramente se generó un movimiento económico interesante no sólo para quienes produjeron esos eventos, sino también para la ciudad.
Ese mismo verano, estuvieron presentes Los Nocheros y el trío Midachi, por ejemplo. Es decir, Necochea volvió a estar en el radar de los grandes eventos culturales.
De aquel año a este 2024/25 han sido muy pocos los espectáculos de este nivel que se acercaron a la ciudad. La mayoría, con la propia inversión de la Municipalidad para alguna celebración puntual.
Pero esto podría llegar a cambiar. La Konga, La Renga y el anuncio de la presentación de Los Palmeras, el grupo de cumbia santafesina más convocante del momento, marcan, al menos, un cambio en el pensamiento de los empresarios que apuestan a nuestra ciudad.
¿Sería mucho pensar en Necochea como la capital bonaerense del rock? Hoy, desde hace ya 10 ediciones, la ciudad de Baradero tiene dos jornadas de música con más de 30 bandas durante el fin de semana de Semana Santa y moviliza miles y miles de personas. Baradero, una ciudad con escasas plazas de hotelería, pero con un predio muy bien armado al lado del río para el disfrute de toda la familia.
Sergio Palazzo, el productor general que hizo posible la llegada de La Renga a Necochea, también es uno de los encargados de la organización del Baradero Rock. No es necesario “competir” con esa ciudad del centro de la Provincia, pero si este posicionamiento del que habla Rojas es real, por qué no pensar en que nuestra ciudad se inserte en el mapa de los eventos masivos con un festival, por fuera de la temporada de verano, generando un movimiento económico en la hotelería, la gastronomía y el comercio local y rompiendo la estacionalidad.
¿Podrá el Estado municipal convencer a los artistas y los productores de que Necochea es una plaza apetecible y sostenible en el tiempo? El recital de La Renga fue un gran ejemplo… ahora, será momento de capitalizar lo hecho.
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