Un anticipo de la Semana Santa con el vía crucis ribereño
A pie y en vehículos recorrieron las estaciones hacia Las Cascadas
Como un anticipo de lo que será la Semana Santa, ayer se realizó el vía crucis ribereño con muy buena participación de personas que caminaron hasta Las Cascadas y otras que acompañaron en vehículo el trayecto de las 14 estaciones que están ubicadas junto al río Quequén.
El nutrido grupo partió en las primeras horas de la tarde desde el puente de Circunvalación, bajo el lema fue «Caminemos junto al río animados por la fe». En el inicio, se realizó una breve ceremonia y se cantó el Himno Nacional Argentino en homenaje a los caídos en la Guerra de Malvinas, ya que la fecha elegida coincidió con el 40° aniversario de la gesta.
El grupo estuvo encabezado por el obispo auxiliar de la Diócesis de Mar del Plata, Darío Quintana, y el párroco de Santa Teresita, Gonzalo Domench. El intendente Arturo Rojas acompañó parte del recorrido y el secretario de Turismo y Desarrollo Productivo, Matías Sierra, también se sumó a la actividad. Además, se hizo presente el grupo del “Vía crucis ribereño”, encabezado por Roberto González Mendizábal, que impulsó la construcción de las 14 estaciones sobre la margen de Necochea del río Quequén.
Durante el recorrido, se hizo una parada en cada una de las estaciones para cantar y rezar, recordando cada uno de los momentos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
La actividad religiosa se desarrolló en una jornada soleada, muy agradable, con una máxima que superó los 17°.
Al llegar a Las Cascadas, se dio un mensaje final por parte del obispo auxiliar y los integrantes del vía crucis ribereño aprovecharon para agradecer el acompañamiento. El grupo scout preparó tortas fritas y mate cocido que se compartieron después de la caminata.
Obras avanzadas
En la oportunidad, se pudo apreciar el avance de la construcción de las estaciones. Ya hay cinco completas con la cruz, bancos, cartelería, cercos; otras cuatro a medio terminar y quedarían otras cinco por construir.
La idea es reforzar el grupo de trabajo y continuar las obras lo antes posible para poder terminar el paseo que, si bien es un atractivo religioso, la idea es que las estaciones con los bancos frente al río, cumplan una función recreativa y de uso público durante todo el año.
Las obras se vienen llevando a cabo a pulmón y con la ayuda de la comunidad, impulsadas por el grupo de vecinos del “Vía crucis ribereño”.
González Mendizábal agradeció a los privados por las donaciones y a la Municipalidad que ha colaborado con los trabajos en los últimos meses.
“Estamos muy contentos por la participación de la gente e ilusionados de seguir trabajando para que este vía crucis se convierta en el más largo de todo el país”, destacó el impulsor de esta iniciativa.