Un censo necesario para planificar el futuro
Con los cuestionados datos aportados por la última encuesta nacional de hogares, en 2010, según los cuales la población había sumado poco más de 3.000 habitantes en una década, la realización de un nuevo relevamiento demográfico este año hubiera sido de gran importancia para el distrito
Días atrás se cumplieron 10 años del último censo realizado en la Argentina. El 27 de octubre está prevista la realización del Censo 2020, pero el gobierno nacional decidió postergarlo para el año próximo, aunque, dadas las elecciones de 2021, podría demorarse hasta 2022.
En Necochea la realización del censo habría permitido definir cuestiones demográficas no muy precisas desde 2001. En 2011 el intendente Daniel Molina había denunciado que unas 1.000 viviendas del distrito no fueron censadas.
Según datos del Indec, en 2010 Necochea tenía 92.933 habitantes. Pero según el documento “Estimaciones de población por sexo, departamento y año calendario 2010-2025” del mismo organismo, el número de habitantes registrados en el distrito en el último censo era de 93.730.
Según las proyecciones de ese mismo documento, se estima que en 2020 los habitantes del distrito deberían ser 95.955.
Si bien parecen simples números, las estadísticas son fundamentales para la planificación. “El Censo nos dirá lo que somos y lo que podemos ser; revelará con guarismos aptitudes y deficiencias, causas y efectos, factores positivos y negativos de interés general; y nos señalará el mejor camino para proseguir con éxito la evolución incesante en todos los órdenes de la vida”.
La frase pertenece a José Figueroa Alcorta, ex presidente argentino, en referencia al tercer Censo Nacional, que se realizó en el país en 1914.
Desde el primer censo, durante el gobierno de Domingo Faustino Sarmiento, los censos han sido instrumentos para obtener información que han permitido solucionar problemas y planificar el futuro que deseamos como nación, como sugería Figueroa Alcorta.
Por ejemplo, el censo brinda información sobre cada uno de los hogares, como por ejemplo la cantidad y la localización de los hogares con acceso a la red de gas, de agua corriente y de cloacas, lo que resulta clave en el diseño de políticas públicas.
Por tiempo indeterminado
El pasado miércoles 27 de octubre -exactamente 10 años después del último- estaba prevista la realización del Censo 2020. En esta oportunidad se iba a preguntar por primera vez la identidad de género, diferenciándola de la pregunta sobre el sexo. También como novedad se iba a incluir la categoría de autorreconocimiento étnico para pueblos indígenas y afrodescendientes.
Por otro lado, se iba a preguntar también por primera vez acerca de la religión de las personas encuestadas, movilidad por motivos laborales y por la tenencia de auto, moto y bicicleta, entre otros bienes.
Sin embargo, luego de la declaración de la cuarentena en el país en marzo pasado por la pandemia de coronavirus, el gobierno nacional decretó a principios de septiembre pasado la postergación del censo nacional de población de hogares y viviendas previsto para este año. La resolución, según el decreto 762/2020, publicado en el Boletín Oficial, señaló que la pandemia «ha afectado el normal desarrollo de las actividades que componen el censo durante el año 2020 -que se realiza cada 10 años, en los años que terminan en cero-, y que la consecuente demora en la que se incurra podría modificar el cronograma de actividades llevándolo al año 2021 o al subsiguiente».
La norma advirtió, además, que había que tener en cuenta el «calendario electoral previsto para la segunda mitad del año 2021, con el fin de no superponer o entorpecer la planificación y desarrollo del sufragio en el territorio nacional con las actividades censales».
Estadísticas locales
El primer Censo Nacional de la República Argentina se realizó entre el 15 y el 17 de septiembre del año 1869, bajo la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, y fue dirigido por Diego de la Fuente.
Según este relevamiento, la población nacional era de 1.830.214 habitantes. Entre ellos, la población originaria no fue censada, y se la estimó en 93.138 habitantes (45.291 en Chaco, 3.000 en Misiones, 21.000 en La Pampa y 23.847 en la Patagonia). A su vez, el ejército que se encontraba en operaciones en Paraguay totalizó 6.276 personas, y los argentinos en el exterior se estimaron en 41.000.
Uno de los resultados más significativos que arrojó el relevamiento fue que el 77% de los habitantes nacionales eran analfabetos.
De acuerdo al archivo de Ecos Diarios, en octubre de 1881, cuando se fundó la ciudad, el partido tenía 3.361 habitantes. Pero sólo 139 personas residían en el lugar elegido para cabeza del distrito.
Es decir, en la parte “urbana” vivían ocho familias y en la rural 458. Se entiende por “urbana” al paraje de la margen derecha del río Quequén donde fue fundada la ciudad.
Los 139 habitantes “urbanos” vivían en 61 casas de madera, paja o ripia y no había ninguna azotea. En el interior del distrito había 27 casas de azotea y 769 de madera, paja y otros materiales.
Casi 70 años más tarde, en 1949, el partido ya tenía 49.949, pero en ese momento el distrito comprendía a San Cayetano.
Por ello, en el censo efectuado el 30 de septiembre de 1960, el número de habitantes del partido bajó a 43.500, luego de que San Cayetano logró su autonomía.
Para 1970, la población del distrito ascendió a 51.470 habitantes, de los cuales 38.921 eran residentes en la ciudad.
Diez años más tarde, en 1980, la población del distrito volvió a pegar un salto, esta vez con la anexión de Quequén. De esta manera, el partido alcanzó la cifra de 73.464 habitantes. De ellos 51.319 vivían en la ciudad, 9.568 en Quequén y el resto en localidades del interior y la zona rural.
Una década después, en 1990, el distrito sumó poco más de 10.000 habitantes. Según el censo de ese año, la población de la ciudad trepó a 59.775 personas, Quequén a 14.058 y con los habitantes del interior el número total llegó a 84.765.
Para 2001, los habitantes del distrito llegaron a 89.096. Por ello, cuando se realizó el censo de 2010 se esperaba un crecimiento de la población de al menos 10.000 habitantes más. El municipio había realizado un relevamiento propio y las estimaciones divulgadas días después del censo sorprendieron a todos: 92.933 habitantes. El distrito sólo había sumado 3.000 habitantes en una década.
El intendente Daniel Molina denunció que unas mil viviendas del partido no fueron censadas, lo que constituía unas 9 mil personas que no aparecen en los datos estadísticos.
Pero en septiembre de 2011 el Indec confirmó los datos del censo. Según el artículo publicado por Ecos Diarios en esos días, “de acuerdo al resultado oficial que arrojó el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, en el distrito de Necochea viven en la actualidad 92.933 personas, apenas un 4,3% más de las que residían en el año 2001”.
Teniendo en cuenta la incertidumbre de esos datos y realizando una proyección a partir del crecimiento de la ciudad en la última década, con un notable desarrollo de barrios en noroeste de la ciudad y la zona del parque, además de los barrios federales, es muy difícil calcular el número de habitantes que puede tener hoy el distrito.
Por ello, los datos del censo serían una herramienta muy útil a la hora de planificar las políticas de desarrollo para el distrito de los próximos años.
Curiosidades
-El Censo de 1869 relevó la cantidad de hijos ilegítimos. El resultado fue que de los 729.287 niños de 1 a 14 años, los hijos ilegítimos eran 153.882, es decir, 211 de cada 1000 niños.
-Dentro de la categoría “condiciones especiales”, el primer Censo también distinguió entre dementes, sordomudos, ciegos, cretinos, imbéciles, estúpidos, opas, con bocio o coto, inválidos y huérfanos.
-Según el primer Censo Nacional, los habitantes argentinos con 100 o más años eran 234: 87 varones y 147 mujeres.
-Hasta 1970 sólo se le consultaba a las mujeres viudas o casadas sobre la cantidad de hijos que tenían, sin contemplar la posibilidad de madres solteras.