Un Centro Cultural que cada día crece más
El Centro Cultural y Biblioteca Popular “Andrés Ferreyra” ha tenido un crecimiento cuantitativo y cualitativo. Desde aquella creación como un lugar solamente de libros se transformó en uno de los grandes emblemas de la ciudad y que se encuentra cada vez más presente en la comunidad.
Uno de los espacios en los que rápidamente podemos asociar libros y actividades culturales sin lugar a dudas es el del Centro Cultural y Biblioteca Popular “Andrés Ferreyra”, que nació en los primeros años del siglo pasado, gracias a un grupo de docentes y maestros que en el año 1904 se adhirieron a la Asociación de Maestros de la provincia de Buenos Aires. Un par de años más tarde tuvieron la idea de armar una biblioteca, en un primer momento para consulta de ellos mismos, pero con el correr del tiempo se dieron cuenta que hay una necesidad de extenderla a todo el ámbito educativo.
Finalmente, en 1907 aquellos encargados de la educación, apasionados por los libros y comprometidos con su sociedad decidieron que se termine expandiendo a toda la comunidad, siendo sostenida por ellos mismos. Según cuentan los historiadores la primera sede se ubicó donde en aquel momento funcionaba el Consejo Escolar.
Alberto Franco, un hombre que se ha convertido en un referente actual de la entidad en el último tiempo, contó que no fue un camino fácil el de este grupo de docentes, ya que “fue una constante en el principio de su vida el problema del financiamiento y el lugar propio, hasta llegó a funcionar en el sótano de calle 62 y 61”. Como lo relató quien se encuentra como Director del Centro Cultural y de la Biblioteca Popular “Andrés Ferreyra” fueron tiempos bastante complejos, a tal punto que en el año 1922 los integrantes de dicho lugar habían pensado en donar la institución, ya que además de los problemas de dinero había un problema no menor: “La falta de interés en la población, no por el uso, sino por el sostenimiento”. Por suerte la cosa cambió seis años más tarde, y en 1928 se la designa como biblioteca popular dentro de la Conabip, además de un hecho trascendental: Adoptó el nombre de “Andrés Ferreyra”.

Los historiadores señalaron que la idea de imponer dicho nombre a la entidad, se debió a que muchos de sus integrantes de la comisión habían aprendido a leer con el libro «El Nene», publicado por primera vez en 1895 y que dejó de editarse, luego de 120 reimpresiones, en 1959.
Ya en la época del 30 se mudan a otra sede, que es la que más tiempo permaneció luego de la actual, la cual estaba ubicada en la zona de calles 62 y 64, entre 53 y 55, recordó Franco.
El nacimiento como Centro Cultural
Luego de ir por diferentes lugares y de tratar de encontrar una identidad bien marcada, deciden pensar en dar un salto cualitativo. “Los integrantes de la Asociación comenzaron a pensar en una nueva sede, pero se encontraron con un escollo: no tenían personería jurídica propia. Entonces empezaron a pensar en crear una nueva institución, para que luego reciba en donación a la biblioteca “Andrés Ferreyra” que pertenecía a la Asociación de maestros de la provincia de Buenos Aires. Finalmente en 1959 nace el “Centro Cultural Necochea”, bajo la presidencia Valentina Eseverri de Premrou”, contó el artista plástico, quien llegó a nuestra ciudad en la épocas de los 70´ y quedó impactado con el lugar.
De ahí en más la idea siempre fue la de soñar con una entidad que albergue a toda la comunidad, abrazando a la cultura sobre todo, pero que pueda ser un lugar de encuentro. Para eso se precisaba un espacio físico adecuado, aunque como siempre pasó en esos 50 años de vida iniciales, la situación económica nunca fue cómoda y ni siquiera había un lugar donde comenzar a poner el primer ladrillo.

La llegada de la sede
Tuvieron que trabajar y gestionar durante un buen tiempo los diferentes integrantes de este naciente Centro Cultural, para llegar a tener la tan ansiada sede. “A principios de los años 60 se realiza un convenio con la Asociación Civil Biblioteca Popular Moreno de Bernal, para construir los dos edificios de estas instituciones”, describió Alberto Franco realizando una introducción, para luego explicar que “con esto lo que se logra es involucrar al estado municipal, donde terminan donando los terrenos, y avanzar con un proyecto muy interesante que se llamaba “programa modelo experimental demostrativo de largo alcance”. En el año 64 se termina firmando el contrato con la Provincia, pero recién en el año 1973 se va a terminar concluyendo dicha obra que fue realizada por Héctor Zorzi”. Sobre la figura de dicho constructor, el trabajador del Centro Cultural manifestó que “ha realizado un muy buen diseño, ya que han pasado más de 50 años y podemos seguir disfrutando de él, con espacios amplios, flexibles que se puedan cambiar”, lo cual habla de la visión que han tenido aquellas personas involucradas en ese proyecto y en el cual hoy es uno de los lugares ideales para poder disfrutar de un espacio de lectura, de un recital de música o bien participar de eventos gastronómicos, el cual ha permitido que la juventud, nuevamente, vuelva acercarse.

Presente y futuro
“Tenemos que volver a tomar la figura de Valentina”, expresó Franco, como sí fuera el norte que debieran seguir y tiene un motivo más que suficiente para argumentar. “Ella, cuando se pensó en ese edificio ya se había pensado en una bibliomóvil”, y acto seguido contó una breve anécdota: “La presidenta se entera que Isabel Perón, por aquel entonces mandataria nacional, estaba vacacionando en Chapadmalal y le envía una carta para que venga a conocer lo que se estaba haciendo, pero además para pedirle un bibliomóvil y luego hasta le escribe al presidente de la FIAT por esto mismo”. La figura de Eseverri de Premrou tiene una gran significancia para el colectivo cultural, pero especialmente para el Centro Cultural y Biblioteca Popular “Andrés Ferreyra”. Proyectando el futuro, Alberto Franco pone como una gran deuda a saldar este tema.

Por último, para uno de los gestores culturales que tiene la ciudad expresó la satisfacción que le produce integrar esta institución, al decir que “nos hemos transformado en una referencia, en un espacio donde suceden muchísimas actividades locales, regionales y provinciales con una fuerte vinculación con los estados municipal, provincial y nacional, además de todos los colectivos sociales y culturales, además de actores de la cultura”.///
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión