Un crucero, la Fragata Libertad y la biblioteca flotante más grande del mundo en Puerto Quequén
Un repaso por las llamativas visitas a nuestra estación marítima, netamente dedicada a la operatoria cerealera
RAÚL JÁUREGUI
Redacción
Sabido es que Puerto Quequén es desde su creación una estación marítima para barcos cerealeros por excelencia, aunque a lo largo de su historial arribaron embarcaciones de otras características, que dejaron sensaciones de diverso tipo.
El tema fue abordado en la columna radial “Archivo de Ecos Diarios”, que se emite los miércoles en el programa “Desde Temprano”, por Ecos Radio, de 9 a 11.
En el recuerdo de algunas de esas visitas, se dio cuenta que el domingo 4 de diciembre de 1932 Puerto Quequén recibió al primer barco de pasajeros: el Astrida, de bandera belga, que llegó con 21 viajeros y que permaneció dos días en Necochea, para partir luego hacia Amberes.
Con el correr del tiempo arribaron tres embarcaciones con pasajes no mayores al medio centenar de personas, hasta que el 3 de abril de 1950 se produjo un hecho atípico y nunca repetido en nuestra estación marítima: la partida desde aquí del vapor de bandera italiana Ravello, con 110 pasajeros y rumbo a un puerto de Italia.
Sobre este acontecimiento, Ecos Diarios contaba que los pasajeros que participaron del histórico viaje llegaban a Necochea, parte en un tren especial desde Buenos Aires, y el mismo se detenía al lado del barco, amarrado del lado de Quequén en el sector del elevador terminal.
El resto de los pasajeros llegaban en autos particulares y colectivos desde Buenos Aires y Mar del Plata. La partida del Ravello, que también llevaba 8.650 toneladas de trigo en sus bodegas, se producía a las 19.30 y era saludada desde el muelle por familiares de los viajeros y curiosos.
Fragata Libertad: fiesta y tragedia
Siguiendo con la cronología de las visitas de barcos no cerealeros, la presencia de la Fragata Libertad en Puerto Quequén tuvo un capítulo feliz y otro trágico.
La primera visita de la fragata ocurrió el viernes 6 de febrero de 1981, y más de 4.000 personas se agolparon para ver su llegada.
“Un acontecimiento verdaderamente histórico para nuestra ciudad se registró en la mañana de ayer, cuando hizo su entrada por primera vez al Puerto local la fragata Libertad de la Armada Argentina en adhesión a la inauguración del Liceo Naval Militar ‘Carlos María Moyano’”, reseñaba el artículo publicado al día siguiente por Ecos Diarios.
Cientos de personas visitaron durante el fin de semana siguiente la Fragata Libertad, formándose largas colas de público en el muelle.
La segunda y no feliz experiencia tendría lugar en la jornada del 4 de febrero de 1983, cuando nuevamente una multitud se acercó a la estación portuaria, para volver a ver el ingreso del buque escuela de la Nación argentina.
Dos aviones de la Aviación Naval sobrevolaron en dos oportunidades la Libertad a medida que nave ingresaba al puerto, complementando el festejo.
Sin embargo, según expresaron al día siguiente las páginas de Ecos Diarios, “Un solo instante bastó para que los rostros felices, los aplausos, las sonrisas, se transformaran en tristeza, amargura y llantos. Todo cambió. De la fiesta al drama. De la música marcial de las bandas al silencio”.
Es que el marinero Marcos Alfredo Rodríguez, sufrió una descarga eléctrica cuando se formó un arco voltaico entre la antena del primer palo mayor de la nave y uno de los cables de alta tensión que cruzaban el río. El joven, que iba formado sobre el trinquete del palo mayor, murió instantáneamente y luego cayó.
Tras aquella desgraciada jornada, la Fragata Libertad no volvería a nuestro puerto, aunque sí se ha visto en algunas ocasiones su paso cercano a nuestra costa.
Una biblioteca de 5.000 ejemplares
En la continuidad de la columna en “Desde Temprano”, se recordó que el 4 de enero de 1994 atracó en Puerto Quequén la mayor biblioteca flotante del mundo: el barco europeo Logos II, que transportando unos 5.000 libros de distinta temática llegaba en el marco de una gira internacional.
El buque permaneció hasta el 25 del mismo mes y la tripulación en ese momento estaba compuesta por 200 personas, provenientes de 43 naciones, que formaban parte de una experiencia denominada “Movilización Cristiana”, en la que se agrupaban pentecostales, evangelistas, bautistas y protestantes.
El Logos II despertó mucha curiosidad por su enorme oferta de textos de diferentes temáticas y en los más diversos idiomas, y contaba con
dos auditorios, con capacidad para 420 y 150 personas respectivamente para brindar conferencias y charlas de temas específicos.
Una curiosidad vinculada a nuestra ciudad y el Logos II es que debería haber llegado a fines de los 80, pero el 4 de enero de 1988 encalló en Canal de Beagle, cuando se dirigía al puerto de Ushuaia. La varadura postergaría la visita a Puerto Quequén hasta 1994.
Un crucero griego con 500 pasajeros
El 3 de febrero de 1997 se produjo otro recordado acontecimiento: el arribo de un crucero con 500 personas a bordo: el Odysseus, de bandera griega, que ingresaba fortuitamente a Puerto Quequén tras ser sorprendido por una fuerte tormenta altamar.
El monumental barco, de acuerdo a lo visto hasta entonces en nuestra ciudad, permanecería una sola jornada, para retomar viaje hacia Mar del Plata, y entre sus tripulantes estaba la famosa profesora de yoga a nivel mundial, Indra Devi, por entonces de 97 años.
Tratándose de una jornada de pleno verano muchos residentes en Necochea y turistas se acercaron al Puerto para ver el crucero, y el intendente Julio Municoy visitaba el barco y le entregaba una plaqueta recordatoria al capitán del mismo.
El audio completo de esta columna se puede escuchar en el Spotify de Ecos Diarios.
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