Un logro para todo un pueblo
Luego de años, la Sociedad Española de Juan N. Fernández logró la habilitación para su edificio, donde funciona hace décadas el Centro de Educación Física N° 63
Por Juan José Flores
Redacción
Luego de años, la Sociedad Española de Juan N. Fernández vuelve a tener personería jurídica y pudo habilitar el edificio donde funciona desde hace décadas el Centro de Educación Física N° 63.
“En agosto va a hacer un año que comenzó esto”, explicó Héctor Heim, presidente de la comisión que se formó en 2022 con el fin de poder darle un marco legal a una de las entidades más antiguas de la localidad.
“Hace décadas que la Sociedad no tenía ninguna documentación y había perdido la personería jurídica”, explicó Heim, uno de los vecinos que se puso “la camiseta” de la entidad.
Si bien el CEF N° 63 utiliza desde hace décadas el edificio para el desarrollo de sus actividades y realiza obras de mantenimiento, la falta de personería jurídica de la Sociedad Española impedía incluso contar con una habilitación comercial.
Finalmente, luego de meses de trabajo y gestiones, la comisión encabezada por Heim pudo encarrilar la situación legal de la institución y recientemente el edificio recibió la habilitación municipal.
“A través del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) pudimos acceder a una moratoria para poder levantar la documentación del edificio”, explicó Heim.
Indicó que uno de los requisitos era formar una comisión para poder gestionar la personería jurídica. “Estuvimos trabajando mucho con el grupo”, explicó.
“Si bien está funcionando el CEF desde hace bastante años, siempre estuvo todo en el aire”, señaló Heim.
Más de cien años
En su libro “Juan Nepomuceno Fernández, cien años de patrimonio”, la arquitecta María Elena Méndez recopiló datos de la historia de la institución formada el 28 de marzo de 1918 por la colectividad española.
Méndez también indica en su libro que el edificio se construyó en 1920 y que cuatro años más tarde se realizó una ampliación.
En la década del 30 funcionó allí un cine y confitería, pero se produjo un incendio que dañó seriamente el edificio. Sin embargo, con el pago del seguro, se pudo construir un gran salón de fiestas.
En 1983 se produjo un nuevo incendio y si bien la comunidad colaboró para reconstruir las instalaciones, lo que nunca se pudo recuperar fue el archivo de la institución, que fue destruido por el fuego.
Precisamente, Heim explicó que esta falta de papelería histórica obligó a los miembros de la nueva comisión a iniciar una larga pesquisa para obtener papeles que acreditaran la historia de la entidad, tal cual lo exige el INAES.
No obstante, para la localidad el edificio es parte de la historia personal de la mayoría de los fernandenses.
Por allí ha pasado durante décadas la vida social del pueblo: desde actos políticos, hasta veladas escolares, bailes, fiestas, romerías españolas e innumerables eventos deportivos, desde Intercef hasta peleas de box o torneos de básquetbol.
Por esta razón, para toda la comunidad que el edificio haya recibido la habilitación municipal es una de las mejores noticias de los últimos años.