Un “misterio” alimentado por la desinformación
La aparición de animales mutilados en el Oeste de la Provincia ha generado una oleada de publicaciones sensacionalistas. En 2002 hechos similares en nuestra región llevaron a investigadores del INTA, Senasa y la Unicén a buscar las causas
Hace una semana dos personas tomaban fotografías de la Vía Láctea en un campo cercano a la localidad de Bordenave, a unos 450 kilómetros al Oeste de nuestra ciudad, casi en el límite con la provincia de La Pampa.
“Estábamos sacando fotos a la medianoche y pudimos ver un resplandor que iba de Azopardo hacia Bordenave, escuchamos las vacas correr y una que estaba balando, fue lo único que se escuchó y vimos solo ese resplandor. Pero lo más loco es que esta mañana nos encontramos con esto», dijo la joven propietaria del campo.
El “esto” al que se refería la joven era una vaquillona de 500 kilos muerta en cercanías del caso de la estancia. El animal se encontraba mutilado, con cortes definidos, sin vísceras, pero no había rastros de sangre ni huellas de otros animales que pudieran haberlo atacado. Incluso los perros no quería acercarse al cadáver.
El hecho ocurrió el sábado de la semana pasada y comenzó inmediatamente a circular por las redes sociales.
No tardaron en aparecer las más diversas hipótesis sobre la “extraña” aparición de la vaquillona muerta: el chupacabras, los extraterrestres, el robo de órganos, la experimentación con armas de las grandes potencias…
Quienes leyeron en nuestra región los titulares sensacionalistas aparecidos por estos días, inmediatamente recordaron lo ocurrido aquí en 2002 y que parece repetirse cada año en esta época del año.
Fue aquí, por la aparición de animales mutilados en nuestra zona lo que llevó a investigadores del INTA, Senasa y Unicén a dilucidar el “misterio de las vacas mutiladas”.
Sin embargo, el público parece haber olvidado que existe una explicación científica a estas apariciones y la desinformación da paso a teorías conspirativas, hipótesis sobre ovnis y la reaparición de leyendas sobre seres míticos.
Hace 17 años
En 2002, cuando aún se desconocían los motivos de la aparición de animales mutilados, Ecos Diarios registró varios casos en campos de la región.
El viernes 21 de junio periodistas de nuestro medio se dirigieron hasta un campo de De la Garma, en el partido de Adolfo Gonzales Chaves, donde el productor Carlos Goycoa había encontrado un caballo mutilado.
El animal tenía un corte rectangular en el costado derecho del abdomen, por donde le salían las vísceras, y otra precisa incisión que partía desde el lomo y con la cual le habían extraído toda la masa muscular del cogote y la cabeza.
El productor no encontraba explicación para la extraña muerte del animal, pero afirmaba que no creía en los ovnis.
Por esos días se habían aparecido animales mutilados en la provincia de Buenos Aires, en La Pampa y Río Negro.
Ante la falta de explicaciones científicas lógicas, habían comenzado a surgir diversas hipótesis, entre ellas la posibilidad de que los animales hubieran sido víctimas de algún experimento extraterrestre. De allí la réplica de Goycoa sobre que el no creía en los ovnis.
Mientras tanto, científicos del Senasa y de organismos provinciales habían comenzado a investigar para frenar los rumores sobre posibles causas paranormales de la aparición de animales mutilados.
El fin de las especulaciones
El lunes 24 de junio de 2002 fue hallado otro animal mutilado, esta vez ya en el interior de nuestro distrito. El hallazgo se produjo en el campo “Los cocos”, ubicado a 98 kilómetros de Necochea, en la localidad de Juan N. Fernández.
Como en los casos registrados en otras provincias, se pudo advertir que no había rastros de sangre que indicara un posible ataque, falta de olor ante la descomposición del cuerpo y tampoco se encontraron huellas de pisadas indicando la presencia de animales, personas o vehículos cerca del lugar.
Al día se produjo otra aparición, esta vez en Energía. Se trataba de una vaquillona Aberdeen Angus.
Pero en ese caso, dos veterinarios que concurrieron al lugar, notaron que el cuerpo del animal había sido atacado por carroñeros.
Fue el último caso registrado antes de que los medios nacionales comenzaran a difundir un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Veterinarias que terminaría con las especulaciones.
El trabajo era determinante, los animales habían muerto por enfermedades o por carencia alimentaria y habían sido atacados por depredadores.
Si bien el informe fue recibido con ironía por algunos medios, se basaba en un amplio estudio desarrollado por técnicos sobre 13 cuerpos hallados en Coronel Dorrego, Tres Arroyos y Tandil.
Los cueros estudiados en Tandil tenían cortes con bordes dentados, es decir realizados por roedores.
“Con el paso del tiempo esa marca se enmascara y simula una línea recta o cauterizada hecha con filo y por otra del calor que puede llevar a confusiones”, determinaba el estudio.
No hay peor ciego…
El estudio realizado por la Unicen hace 17 años es determinante. Los animales morían por alguna enfermedad o carencia alimentaria y luego sus cadáveres eran atacados por carroñeros.
Cada año, entre junio y agosto reaparecen este tipo de incidentes, pero a pesar de la evidencia que señala que el fenómeno es producto de factores naturales, aún continúan circulando versiones sobre conspiraciones, enanos verdes, extraterrestres secuestradores de ganado y otros “enigmas” en torno al tema.
Hay quienes cuestionan el informe dado a conocer en su momento por el Senasa en el que se citaba como uno de los posibles autores de las mutilaciones al “ratón hocicudo”. Fundamentaban esta postura en que ese tipo de roedor no se encuentra en esta zona de la provincia.
La distorsión y la desinformación también jugaron su papel en la repetición de las apariciones de las “vacas mutiladas”.
El 24 de junio de 2002, un diario de Santa Rosa publicó que “el agente Fox Moulder podría viajar a la Argentina a continuar sus investigaciones sobre los chupacabras”. Pero, el mencionado agente era el personaje de la serie de TV “Los archivos X” que la revista “Noticias” mencionó obviamente como una ironía.
Sin embargo, el estudio de la Unicen en ninguna parte señalaba directamente al “ratón hocicudo” como el único responsable de las mutilaciones. Hablaba de aves, animales carroñeros (zorros) y (en tercer lugar) roedores, y aclaraba que el “ratón hocicudo” fue el único animal que pudo ser capturado mientras se alimentaba de los restos del ganado muerto.
Para desarrollar el informe, los investigadores de la Unicen trabajaron en estrecha relación con el INTA Balcarce, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, y con la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la misma universidad, asimismo intercambiando información con las Facultades de Ciencias Veterinarias de las Universidades de Río Cuarto (Córdoba), y General Pico (La Pampa). Además de la consulta a un patólogo que había participado en el diagnóstico de los casos sucedidos en la década del 70 en Estados Unidos.
El olvido
En la década del 70 en Estados Unidos aparecieron más de 10 mil casos de características muy similares a los que en 2002 se produjeron en La Pampa y la región. Uno de los estados más castigados por el fenómeno fue Nuevo México. Por tal motivo, en mayo de 1979 el FBI designó un agente para que encabezara una investigación.
El trabajo tuvo un año de duración y el resultado fue un reporte con más de 200 páginas y 50 repulsivas imágenes, fuertemente documentado con el aporte de especialistas de diversas áreas y personas involucradas en estos casos.
La conclusión era la misma a la que llegaron los científicos de la Unicen. Las mutilaciones eran atribuibles a causas naturales: animales atacados por otros animales. “La evidencia indica claramente que los cadáveres fueron dañados por predadores y/o carroñeros (aves, mamíferos y reptiles que se alimentan de animales muertos). Y en la mayoría de los casos el animal había muerto primero por causas naturales”, señaló el FBI al presentar el documento.
Sin embargo aquel estudio también fue olvidado y cada tanto, al aparecer algún animal mutilado en el campo, reaparecen las teorías sobre el chupacabras, los extraterrestres y los experimentos con armas de rayos láser.