Un nuevo capítulo en la historia del Puente Colgante
Se renovó la iluminación y se colocaron 41 nuevas luminarias LED
ROCÍO MAGALÍ SÁNCHEZ
Para Ecos Diarios
Ayer, se llevó a cabo el recambio previsto de luminarias en el Puente Colgante "Hipólito Yrigoyen", emblemática estructura que une las ciudades de Necochea y Quequén. La intervención, coordinada por la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, dirigida por Juan Manuel de la Calle, consistió en la instalación de 41 nuevas luminarias LED: 32 de 150W, 5 de 50W y 4 de 250W.
Este nuevo equipamiento, adquirido con fondos municipales, busca renovar la iluminación nocturna del puente. Los trabajos fueron ejecutados por operarios de la Usina Popular Cooperativa "Sebastián De María". Aunque se había anunciado un corte de tránsito hasta las 14:30, el puente fue habilitado al tránsito vehicular a media mañana.
En coincidencia, hace 30 años se realizaba una obra de iluminación en el mismo lugar, donde se renovaba el sistema lumínico interior y exterior y se reparaban las farolas. Esta acción era celebrada con un evento, al que asistía una importante cantidad de público y en donde hubo shows y fuegos de artificio.

Un poco de historia
El Puente Colgante "Hipólito Yrigoyen" fue inaugurado el 21 de julio de 1929, convirtiéndose en un símbolo de progreso y unión para la región. En su momento, era una de las cuatro estructuras de su tipo en el mundo, junto con una sobre el río Rin, frente a Colonia, y tres sobre el río Allegheny, en Pittsburgh.
La estructura metálica fue fabricada en Francia por la compañía "Chantiers et Ateliers de la Gironde" y transportada en secciones desde el puerto de Cherburgo hasta Puerto Quequén. El puente tiene una longitud total de 270 metros, con un vano central de 150 metros y dos laterales de 60 metros cada uno, suspendido por 32 cables anclados en dos macizos de hormigón.
El nombre del “coloso de hormigón” es en homenaje al presidente argentino Hipólito Yrigoyen que gobernó el país entre 1916 y 1922 y pertenecía al partido Radical.

A lo largo de su historia, el puente ha sido objeto de diversas intervenciones para su mantenimiento y preservación. En 2006, fue reinaugurado tras una importante reconstrucción realizada por la provincia de Buenos Aires, que incluyó la pintura de las cabeceras, renovación de veredas, mejora de caminos y actualización de la iluminación y señalización del entorno. Debido a su antigüedad y diseño original, el tránsito sobre el puente está actualmente limitado a vehículos livianos, motos, bicicletas y peatones, prohibiéndose la circulación de tránsito pesado.
En 2011 se reinauguró nuevamente, después de una refacción integral de toda la estructura que duró dos años y que incluyó también iluminación, una ampliación de la calzada, así como también la pasarela para peatones. Durante aquella obra, se pintó de naranja, color que todavía conserva.

Un ícono local
El 9 de agosto de 2017, el Puente Colgante "Hipólito Yrigoyen" fue declarado Monumento Histórico Nacional, reconociendo su valor arquitectónico y su importancia como símbolo de la identidad local.
En 2021 se celebraron los 90 años de la estructura y numerosos vecinos se acercaron para recrear la foto de la inauguración con una muchedumbre en la entrada del puente.
En el año 2029, la estructura cumplirá cien años y debido a ello, el año pasado se formó una comisión de vecinos con el fin de preparar un importante evento para el centenario. El proyecto que se presentó ante el Concejo Deliberante, consiste en embellecer la zona, crear un paseo, un lugar de esparcimiento, incluyendo las dos riberas.
Además, los vecinos autoconvocados, quieren que se construya un mirador del lado de Necochea, a la altura de la bajada de la Avenida 42, que contenga un pequeño embarcadero.
También se pretende conformar un camino ribereño entre el Club Náutico y el Necopesca Club, creando un lugar gastronómico o de esparcimiento en los terrenos que se hallan frente a la Terminal de Omnibus (entre el Necocopesca Club y el Complejo Educativo Jesuita Cardiel). Asimismo, se prevé algo similar del lado de Quequén.
El casino ya no tiene su esplendor, pero el Puente Colgante continúa siendo un símbolo de la ciudad, un lazo entre pueblos y un exponente de una gran obra arquitectónica que se convirtió en uno de los principales íconos de la ciudad.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión