Un paso adelante
La decisión política de la gestión que en la provincia de Buenos Aires encabeza Axel Kicillof, de no contar con más pacientes crónicos internados en los hospitales dedicados a la especialidad, sin dudas significa una bocanada de aire puro y un buen ejemplo de humanidad.
La determinación ha impactado de lleno en una modalidad histórica de atención en el Hospital “Domingo J. Taraborelli”, a la vez que ha sido acompañada por una reestructuración, tanto con la incorporación de atenciones como de nueva infraestructura.
En 2020 había en el centro asistencial de calle 49 entre 42 y 44 unos cuarenta pacientes crónicos, varios de los cuales tenían el destino de permanecer allí hasta el de sus vidas.
Para lograr esta externación total -hoy no quedan internados- fue necesario ubicarlos en sus domicilios familiares, alquilando viviendas o destinándolos a pensiones compartidas y otros se ubicaron en las dos casas de la Granja “La chapita”, que se construyeran con fondos del Consorcio de Puerto Quequén.
Para quienes son ajenos a la mecánica del Neuropsiquiátrico, esta salida de los internados crónicos puede interpretarse como algo “peligroso”, teniendo que ver este pensamiento con los prejuicios y el concepto de que hay personas que solo pueden “estar en el manicomio”.
Las respuestas a esta errónea forma de pensar son numerosas, pero la principal tiene que ver con el seguimiento que en sus nuevos destinos les hace a los pacientes que lo necesitan, el cuerpo de profesionales del Taraboprelli (psiquiatras, asistentes, psicólogos y enfermeras, entre otros). En algunos casos esa atención es diaria y en otros más espaciada, y comprende a un centenar de personas.
Paralelamente, esta nueva política ha servido para abrir las puertas del Hospital a la comunidad, con diversas atenciones médicas y a la vez ha comenzado a funcionar, una o dos veces por mes, el llamado “Café Cultural”, que nuclea actividades artísticas y sociales abiertas a la ciudadanía, incluyendo la participación de usuarios del centro asistencial.
En buena hora la aplicación de este nuevo concepto, que por otro lado le aporta al sistema de salud de la ciudad un efector público más para ayudar a satisfacer una demanda cada vez mayor.///
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