Un proyecto solidario que sigue creciendo
La preocupación por los chicos del barrio llevó a una vecina a crear un merendero y luego se formó una cooperativa de trabajo que ahora asiste a cuatro espacios donde se da la merienda en Necochea y uno en Lobería
El barrio ubicado en el interior de lo que fue el circuito semipermanente de automovilismo carretera, en Quequén, estuvo por varios años olvidado por la administración municipal.
El sector comprendido entre las avenidas 566, Almirante Brown, Circunvalación y la 542, quedó prácticamente abandonado durante años. Debido a la falta de mantenimiento muchas calles se llenaron de yuyos y quedaron cerradas al tránsito.
A ese sector llegó a vivir hace unos años la familia de Luján Contreras, que inmediatamente advirtió que a menos de una cuadra había una casa donde vivían unos chicos con evidentes necesidades.
“Le pregunté a mi marido qué le parecía si abríamos un merendero”, dijo Luján. Allí, lejos de las miradas, surgió “Un sol para los chicos”.
El merendero, que abrió sus puertas hace más de siete años, se encuentra en calle 569 entre 550.
“Comenzamos haciendo viandas para los chicos y también para los jubilados de esa zona”, dijo Luján.
“Teníamos techado con una lona de silo bolsa que se llovía por todos lados”, explicó, pero hacían lo que podían, ya que no recibían ningún tipo de ayuda. “No venía nadie, ni siquiera los políticos que aparecen para la época de las elecciones”.
Como se encuentran en un sector de quintas, muchos de los productos utilizados en el merendero salían de los animales y de la huerta.
Sumando por Argentina
Hace unos cinco años, le propusieron a Luján participar de una cooperativa que permitiera a la gente del barrio tener un trabajo digno en el marco del programa Potenciar Trabajo.
Así fue como Contreras se convirtió en la referente de la organización Sumando por Argentina, que cuenta con cooperativas en distintos puntos del país.
“Empezamos a salir a trabajar en las calles, en las huertas y en merenderos donde no había gente para colaborar”, explicó Luján.
Así se formó un grupo que trabaja realizando labor solidaria tanto en el merendero Un sol para los chicos como en otros cuatro de Necochea y en uno de Lobería.
Abel Pallero, Antonela Suárez, Sebastián Santander y Gladys Maria Del Valle, entre otras personas, trabajan en la actualidad en el merendero de la calle 569.
A pesar de que los integrantes de la cooperativa son beneficiarios de Potenciar Trabajo, la labor en el merendero Un sol para los chicos sigue siendo solidaria, ya que la entidad depende de la labor de estas personas y de donaciones de alimentos para poder subsistir.
Un reflejo de ello es que pudieron armar canastas navideñas, pero no alcanzó para los regalitos de Reyes.
En junio recibieron una importante colaboración de la asociación Somos Boca, que organizó una colecta de ropa de abrigo y alimentos no perecederos para los chicos del barrio. Esto les permitió realizar una fiesta del Día del Niño.
Además, como cooperativa de trabajo el grupo fue convocado semanas atrás por el Club Estación Quequén para pintar la cancha donde se iba a jugar el torneo de fútbol infantil Sur Cup.
El rol del merendero y de la cooperativa de trabajo también impactó en el barrio, ya que se limpió un terreno con el objetivo de hacer una plaza y se gestionó ante el municipio la reapertura de calles y el mantenimiento.
“Los remises no ingresaban al barrio por el estado de las calles”, explicó Luján.///