Un reclamo que se hace escuchar en otras esferas
En unos días se cumplirán 44 años de la anexión de Quequén a Necochea. A pesar de que en el distrito mantienen un perfil bajo, los autonomistas han logrado visibilizar su reclamo a nivel provincial y nacional
Por Juan José Flores
Redacción
La provincia de Buenos Aires es la segunda jurisdicción más extensa del país detrás de la de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Divida en 135 partidos y con la mayor cantidad de habitantes del territorio nacional, gobernar Buenos Aires es tan complejo como conducir un país.
Desde hace décadas, las dificultades de administrar un territorio con tantas jurisdicciones ha llevado a que muchas voces propongan la creación de otra provincia. Sin embargo, lejos de simplificarse, este problema podría agravarse en los próximos años, ya que hay muchas iniciativas para crear nuevos municipios: por lo menos 60.
De darse respuesta positiva a estos reclamos, la provincia quedaría subdividida en 195 distritos.
Para tener una referencia, Uttar Pradesh, el estado más poblado de la India, que tiene casi 200 millones de habitantes, está dividido en 75 distritos.
Si bien alguien puede decir que la provincia de Córdoba tiene 427 municipios, la realidad es que su división institucional es diferente y lo que aquí se consideran municipios allí son departamentos y en ese caso los cordobeses sólo tienen 26.
Indudablemente, pasar de 135 a 195 distritos provocaría en el gobierno bonaerense un enorme crecimiento de la burocracia y el gasto público y en vez de simplificar la administración provincial, la haría mucho más compleja.
No obstante ello, esto no ha detenido a los movimientos autonomistas, que consideran que las actuales administraciones de sus territorios se encuentran en manos de personas ajenas a sus intereses.
En la región existen varios reclamos autonomistas, entre ellos Sierra de los Padres en General Pueyrredón y, por supuesto, Quequén, que ya solicitaba la autonomía hace 90 años, cuando pertenecía al partido de Lobería.
Carteles por la autonomía
Después de varios años, en octubre del año pasado se reavivaron los reclamos autonomistas de los quequenenses. Fue durante la visita del gobernador Axel Kicillof a Quequén para inaugurar el Jardín de Infantes N° 908, en el barrio Seis Esquinas, aparecieron carteles reclamando: “Urgente. Municipio para Quequén”.
En esa oportunidad un grupo de integrantes del Movimiento Autonomista de Quequén pudo dialogar con Carlos Bianco, jefe de asesores del Gobernador.
Al mes siguiente la diputada bahiense Natalia Lorena Dziakowski presentó un proyecto de autonomía de Quequén.
“Se está trabajando mucho desde la cámara de Diputados, cómo también desde lo local”, señaló Adriana Tapia, referente de la asociación civil Movimiento para la Creación del Municipio de Quequén.
“Tenemos diputados que apoyan la presentación del proyecto de Quequén. Para nosotros, después de tanto tiempo, es muy positivo”, afirmó Adriana.
Semanas atrás la asociación impulsó la realización de una charla en la Unicen titulada “Autonomía de Quequén: la deuda de la democracia bonaerense”.
Allí se habló de la anexión de Quequén al Partido de Necochea el 1° de julio de 1979. La charla se hizo días después del 44° aniversario de la fecha en que el entonces gobernador de facto, general Ibérico Saint Jean, decretó el traspaso de la localidad de Quequén del partido de Lobería al de Necochea.
“Creo es hora de que los legisladores reflexionen, ya que es una deuda pendiente que la democracia que tienen hacia Quequén”, dijo Tapia. “Simplemente deben recordar que los gobernantes del tiempo de la dictadura nos anexaron como si fuéramos un paquete, sin consultarnos”.
Quequén, 90 años de reclamos
Hace unos meses se cumplieron 90 años de la fundación de Unión Vecinal de Fomento de Quequén. Esta institución, una de las más antiguas de la provincia de Buenos Aires, se creó el 11 de marzo de 1933 y su objetivo era impulsar la autonomía de la localidad.
Algunas de las tantas fotografías que conserva la entidad de sus inicios, a mediados de los años 30, muestran a vecinos quequenenses con pancartas con la inscripción “Unión Vecinal de Fomento Pro Autonomía de Quequén”.
Nacida con el objetivo de impulsar el desarrollo local, la Unión Vecinal fue el motor que llevó a la creación del Hospital “José Irurzun”, la Escuela 25 y el CEF de la localidad. De la Fomento también nació la Biblioteca Popular que funciona en el edificio de la entidad, en la calle 519.
Hace unos años, tras un recambio generacional en su comisión directiva, la Unión Vecinal se volvió a convertir en la principal impulsora del reclamo autonomista de la localidad. De su comisión directiva surgió la idea de formar una subcomisión para tratar el tema y de allí salió la Carpa de la Esperanza.
Pero desde el año pasado los reclamos dejaron de realizarse dentro del distrito y los autonomistas han unido sus fuerzas con otras asociaciones de la provincia para llegar hasta la gobernación.
El jueves 1° de junio la Asociación para el Reconocimiento de Nuevos Municipios se movilizó a la Ciudad de Buenos Aires para visibilizar el reclamo de Quequén y otros 59 movimientos autonomistas.
“Muchos somos un poco hijos de lo que fue el proceso de división de municipios en la época de Duhalde, cuando se reconoció el municipio de Ezeiza y otros. Vimos que en ese reconocimiento de municipios chicos estaba un poco la llave del desarrollo de nuestras comunidades”, dijo Patricio Pro, presidente de la Asociación, en medios nacionales.
“Queremos tener un gobierno propio, que cuide nuestros intereses y tenga nuestra identidad”, señaló Pro y destacó que los movimientos autonomistas son vecinos autoconvocados.///
La mirada en Necochea
Los reclamos autonomistas de Quequén parecen caer siempre en saco roto. Sin embargo, existen antecedentes de un movimiento autonomista que logró su objetivo en el distrito. En 1958 San Cayetano pasó de ser una de las localidades más pobladas del interior del distrito, a un partido autónomo.
Ese antecedente hace creer que lograr la autonomía de Quequén es posible. A pesar de que otro movimiento autónomo en el norte del distrito falló: el de los vecinos de Juan N. Fernández.
En el caso de San Cayetano, es un ejemplo de lo que ocurre cuando los vecinos se sienten descontentos con un gobierno municipal. La localidad se fundó en tierras de Victorio de la Canal, junto a la estación de trenes de San Cayetano, dentro del Partido de Necochea.
Asimismo, se debe recordar que el Partido de Necochea se creó en 1865 como una separación del de Lobería. En sus orígenes nuestro distrito tenía una extensión de 7.130 kilómetros cuadrados, 2.339 kilómetros cuadrados más que en la actualidad.
En 1931, el partido ya tenía una población de 45.000 habitantes y unas 331.000 hectáreas sembradas de trigo, lino, avena, cebada, centeno y maíz.
Otras 260.000 hectáreas estaban pobladas por 197.517 vacunos, 381.888 lanares y 83.138 yeguarizos.
Indudablemente, aquel viejo Partido de Necochea era netamente rural. Aunque el turismo ya sentaba sus bases en la naciente Villa Díaz Vélez.
Hace 90 años el partido no solo era más extenso, también contaban con pueblos que hoy pertenecen a San Cayetano, como esa misma localidad y las estaciones de Defferrari y Cristiano Muerto.
Hasta 1958 el límite entre Necochea y Tres Arroyos fue el arroyo Cristiano Muerto. En tanto, el arroyo Zabala, hoy límite con San Cayetano, atravesaba en aquella época nuestro distrito.
El límite con Adolfo Gonzales Chaves, hoy de unos pocos kilómetros, comprendía entonces gran parte del noroeste de nuestro distrito. La estación Defferrari, en la actualidad dentro del territorio de San Cayetano, se encontraba hasta entonces en el centro de nuestro partido.
San Cayetano fue el pueblo más grande del interior del partido de Necochea hasta que obtuvo su autonomía. Fue fundado en 1909 por Pedro N. Carrera, un tresarroyense que secundado por Agustín Lizardi, decidió impulsar la creación de la población junto a la estación San Cayetano, ubicada en la línea que unía Necochea y Tres Arroyos.
Según registros de la época, allá por 1913, las planchadas de la estación del Ferrocarril Sud contenían pilas de cereal que sumaban un millón de bolsas.
Las vías que pasaban por San Cayetano eran uno de los tramos férreos más extensos del distrito, ya que continuaban hacia Defferrari y luego a Lumb, Juan N. Fernández, Claraz y La Negra, todas estaciones del extenso partido de Necochea.
Lumb era entonces una próspera estación, un pueblo que creció mientras el ferrocarril existió y que luego decayó con la desaparición del tren.///