Un tema candente, una necesidad y una solución que no llega
La ruta 88 vuelve a aparecer en el debate de los políticos a medida que se acercan las elecciones. El primer camino que unió Necochea y Mar del Plata se realizó por iniciativa privada en 1908. Tres décadas después la provincia realizó el primer camino asfaltado, que tenía poco más de tres metros de ancho
La ruta 88 ha sido utilizada durante años como tema de campaña por diferentes agrupaciones políticas, de acuerdo al tono de quien gobierne la Provincia de Buenos Aires. En las últimas semanas volvió a convertirse en un instrumento de debate cuando el presidente del bloque de los senadores bonaerenses de Juntos, Alejandro Rabinovich, reiteró el reclamo por la falta de luminaria en la ruta 88, que une Mar del Plata y Necochea.
De acuerdo al senador, existe una intencionalidad política de parte del gobierno provincial para perjudicar al intendente marplatense.
Mientras que meses atrás vecinos habían reclamado por el estado de la ruta en el tramo entre Mar del Plata y Batán y un concejal de esa ciudad había elevado un proyecto de comunicación que solicitaba alguna acción de parte de la Dirección de Vialidad bonaerense para solucionar el problema.
El pedido se reiteró el mes pasado, pero como ocurrió en oportunidades anteriores, nada ha ocurrido.
En 2022 concejales marplatenses habían insistido con el pedido de que la ruta se convierta en una autovía en toda su extensión, no sólo en un tramo entre Mar del Plata y Batán.
Entre el Estado y la necesidad
La falta de respuesta del gobierno provincial recuerda la vieja discrepancia que existe entre el estado y la necesidad de los vecinos de la región y de los turistas.
Se debe recordar que el primer camino entre Necochea y Mar del Plata no fue una obra del Estado sino un proyecto del Touring Club Argentino.
Esta institución surgió en 1907 y fue fundada por algunos de los miembros del Automóvil Club Argentino. Hasta 1913 por lo menos, ambos clubes compartieron sus dirigencias.
Según una publicación del Museo Argentino del Seguro, “la primera tarea que la institución se imponía era la de crear y mantener en la opinión pública la conciencia de que la cuestión de los caminos era un problema público, un asunto de la nación toda y no solo de los automovilistas”.
Los dirigentes del club consideraban que la planificación y coordinación de la solución de ese problema era deber del Estado y que el papel de la acción privada debía reducirse a la asesoría y la vigilancia en lo relativo al estado de los caminos.
Pero, sostenían, la ausencia o insuficiencia de acción estatal imperante, imponía, el deber patriótico de reemplazarla por formas de intervención pública realizadas desde la sociedad civil.
Por esta razón, de acuerdo a un informe de Melina Piglia, de la UBA-Conicet, sobre las intervenciones públicas del ACA y del Touring en materia de vialidad y turismo, “el club planificó y llevó a cabo la construcción o reparación de algunos caminos, gestionando ante privados y ante el Estado los recursos necesarios”.
Entre entre esas obras se destaca el camino Mar del Plata–Necochea, que fue construido en 1908 por el TCA con el permiso del ministerio de obras públicas de la Provincia de Buenos Aires.
El camino fue financiado con fondos provinciales y el aporte de los socios del Touring Pedro O. Luro, Emilio Mitre y César González Segura.
En 1943, sobre esa traza, la Dirección Provincial de Vialidad enlazó ambas ciudades con una cinta de hormigón de apenas tres metros de ancho.
“Con su exiguo ancho el importante lazo de hormigón que unió permanentemente estas dos pujantes ciudades del sur bonaerense, (contribuyó) a su constante desarrollo”, indicaba una publicación de Vialidad de los años 60.
En la revista de ese organismo se indica que las “exigencias del tránsito motivaron su ampliación a dos trochas, adosándole otra faja de hormigón simple de tres con setenta metros de ancho, de espesor de dieciocho centímetros, con bordes espesados, reforzando el interno para calce de la parte existente”.
“Toda esta estructura apoya sobre una base de tosca de diez centímetros de espesor. El monto de los trabajos es de $44.770.774,33, previéndose su terminación para fines de mayo de 1960”, indicaba el artículo que anunciaba la última etapa de la obra.
De esta manera, en 1961, el viejo camino entre Necochea y Mar del Plata se convertía finalmente en una ruta de 6,70 metros de ancho.
Para noviembre de 1972, Ecos Diarios ya publicaba en sus páginas que se necesitaban reparaciones y el 15 de noviembre de 1990, la Dirección Nacional y la Dirección Provincial de Vialidad firmaron un convenio para que ese trayecto de 125 kilómetros pase a manos de la provincia de Buenos Aires.
En ese momento la ruta 88 ya contaba con uno de los índices de siniestralidad más altos de la Argentina.
Año tras año y a medida que la ruta seguía cobrando víctimas fatales, se fueron sumando más y más reclamos a Vialidad, a Diputados y Senadores, pero sin tener respuesta.
En 2011 fue el propio Daniel Scioli quien prometió cumplir con la autovía, en un acto de campaña que hizo en el Teatro París, pero tras ser electo pareció olvidar aquella promesa que, en una pequeña fracción, concretó su sucesora, María Eugenia Vidal.
La promesa de Scioli incluso se convirtió en un anteproyecto que comenzó a circular por algunos ministerios y se pretendía que lo financiara el Banco Mundial.
El objetivo era extender la autovía desde Batán a Quequén. Pero finalmente sólo quedó en una promesa de campaña y Vidal inició una serie de obras para tratar de mejorar la transitabilidad de la ruta.
Utilizó unos $300.000.000 para hacer tareas de bacheo, repavimentación, ensanche de algunos tramos, modificación de banquinas y construcción de dársenas, entre otros trabajos.
Eso generó satisfacción en quienes venían juntando firmas y haciendo pedidos formales e informales a Vialidad. Sin embargo, los accidentes no han disminuido tanto como se creía, a pesar de que un sector ya es autovía.
Accidentes
Con el tiempo, la población general y el sector político empezó a notar que los accidentes automovilísticos continuaban y considerando que la totalidad de la ruta debe ser autovía.
Hasta julio de 2021, según el Mapa Interactivo Vial del Ministerio de Transporte de la provincia, que hace tiempo dejó de funcionar, la ruta provincial 88 estaba en el ranking de las cinco más peligrosas del país.
Según un informe publicado años atrás por Ecos Diarios, sólo entre diciembre de 1993 y junio de 2015, fallecieron 82 personas.
A esas muertes se le pueden sumar otras tragedias anteriores en las que fallecieron ocho conocidos vecinos, como los intendentes Norberto Echegoyen y Domingo José Taraborelli.
Echegoyen murió junto a su esposa María Teresa Aldama en un accidente registrado el 21 de diciembre de 1968.
El 10 de febrero de 1979 falleció el abogado Rodolfo Medina.
Ese mismo año, el 1º de junio, cuatro dirigentes del Banco Océanico murieron en un choque: Héctor Néstor Echegoyen, Aníbal Agustín Colleoni, Hernán Apezteguía, Roberto Dowd.
Mientras que el intendente Domingo José Taraborelli también murió en un accidente en esa ruta el 13 de agosto de 1988.
Otro vecino conocido fallecido en un accidente en la ruta fue Ernesto “Nene” Marino, quien pereció el 21 de diciembre de 1993 en cercanías de la estacia “La Malurd”.
Mientras que en 1994, más precisamente el 21 de julio, Se mató a 34 kilómetros de Quequén el piloto de promocional 850 Marcelo Lucio “Cafetera” Fernández. Chocó contra un tractor.///