Un trabajo articulado y responsable
En mayo de este año se inauguró la nueva sede judicial de la Fiscalía Nº 10 especializada en temas de violencia contra las mujeres y los niños. En forma interdisciplinaria, se trabaja con casos de trata de personas, pedofilia, ciberpedofilia, delitos sexuales y de género y grooming (acoso por Internet).
Allí no sólo se atiende la causa penal sino también se le da asistencia y tratamiento a las víctimas, ya que se cuenta con un equipo médico y profesional para dar contención a mujeres y menores que han sufrido maltrato, abuso y violencia de distinto tipo.
Sin dudas, la apertura de esta fiscalía temática, que está a cargo del fiscal Eduardo Núñez, le ha dado un nuevo impulso al trabajo judicial que se está haciendo en este tipo de delitos que lamentablemente están en aumento, sobre todo en lo que respecta a violencia de género.
En los primeros seis meses del año, se recibieron en dicha Fiscalía 470 denuncias de mujeres, de las cuales en el 95% de las causas se decidió una medida de restricción de acercamiento para el agresor, a fin de proteger a la víctima, mientras sigue el curso de la investigación.
Lamentablemente en los últimos años la cantidad de denuncias ha ido en aumento, al igual que el nivel de violencia y agresividad de los casos. En general, no es sencilla la investigación porque son temas complejos que tienen que ver con el mundo privado e íntimo de las personas, en el que no siempre las pruebas están a mano. Además, en más de un caso, sucede que, pese a la violencia, la víctima regresa con el agresor, complicando a un más el rol de la Justicia. Y ni hablar cuando hay hijos de por medio.
La violencia además no distingue clases sociales, por lo que este tipo de situaciones se da en todos los sectores. No obstante, las mujeres pertenecientes a grupos de bajos recursos siempre son más vulnerables porque muchas veces sucede que por cierta ignorancia y necesidades económicas tienen más dificultades para acceder a los organismos de la Justicia, Salud o Estado para pedir ayuda e incluso, muchas de ellas, nunca llegan.
Otro aspecto para destacar es la articulación de la Fiscalía en el trabajo de esta problemática. Esta semana que pasó se realizó una reunión, que se volverá a repetir, para avanzar en la implementación de un sistema de botón antipánico para prevenir situaciones de violencia y proteger a las mujeres que han sido víctimas de agresiones. Es interesante, en este sentido, la tarea en conjunto desde la Justicia, el municipio, las entidades intermedias, la Comisaría de la Mujer, porque trabajando articuladamente, con objetivos comunes, se van a ir viendo los resultados.
Seguramente falta mucho por hacer porque lamentablemente la violencia sigue en aumento. Sin embargo, la respuesta en nuestra ciudad está funcionando más rápido que antes. Existe una dirección de Políticas de Género en el municipio que trabaja en la problemática; está la ONG Antígona, que se desempeña en este tema desde hace más de 15 años; la Comisaría de la Mujer que tiene policías preparadas para atender este tipo de casos; el Juzgado de Familia que aborda la violencia familiar en su conjunto; y la Fiscalía especializada en esta temática que hace un abordaje interdisciplinario de la cuestión, además de seguir el proceso penal, con una nueva mirada que apunta a la contención, protección y fortalecimiento de la víctima.///