Una buena decisión
Al compás de la evolución que en las últimas décadas se viene registrando en materia de integración, la administración municipal ha potenciado la atención de las personas con discapacidades.
Uno de esos procesos acertados fue en su momento la creación del grupo de cuidadores de playa, primero llevando a cabo tareas en la arena propiamente dicha, y en la actualidad potenciando el cuidado del medio ambiente.
En torno a varios componentes de este grupo, algunos de ellos integrando la Asociación “Todos al agua”, otra cuestión positiva fue la conformación de la cantina “El Muelle”, que atienden en instalaciones del Necochea Rowing Club jóvenes con discapacidad.
Siguiendo con esta premisa de sociabilizar e incluir, la Municipalidad llevó a cabo, por tercer año consecutivo, una serie de encuentros recreativos y artísticos en el Polideportivo de avenida 10.
A través de los mismos, jóvenes y adultos que concurren en otro lapso del año a talleres y centros para personas con discapacidad, disfrutaron de un espacio de recreación y aprendizaje durante el reciente mes de enero. Prácticas de distintos deportes, arte y actividades con la voz conformaron la oferta promovida desde el área comunal de Discapacidad.
Algo similar aconteció en el sector ribereño de la ciudad, un nutrido grupo de personas tuvo diversos talleres y charlas de concienciación sobre el medio ambiente, coronando en el cierre con una jornada de limpieza en zonas adyacentes al Río Quequén. En este caso una conducta ponderable y contagiosa ha sido la del joven deportista Nicolás Améndola, habitual colaborador del grupo solidario “Una hora”, que ha llevado a cabo una elogiable tarea consistente en la recolección de basura del paisaje ribereño y que ciertamente ha mejorado ese bello entorno natural de Necochea.
Las propuestas de integración llegaron para quedarse y cada vez están más afianzadas, siendo interesante seguir dándole continuidad. Una buena decisión, por cierto.///
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