Una jornada especial en medio de un histórico apagón
Necochenses que viven en la Península Ibérica hablaron de su experiencia durante la jornada del lunes. Cuatro testimonios
JUAN JOSE FLORES
Redacción
El apagón que afectó este lunes a España y Portugal fue el más importante de la historia en la península ibérica. Millones de personas quedaron sin electricidad, los trenes y metros dejaron de funcionar, los semáforos se apagaron, los servicios de telefonía e internet se interrumpieron y numerosas actividades cotidianas quedaron paralizadas.
Necochenses y emigrantes de la región que viven en España y Portugal contaron a Ecos Diarios su experiencia y cómo vivieron la larga jornada del lunes.
“Desde las 21 del lunes empezó a volver la electricidad, por lo menos para Madrid y después se fue recuperando a lo largo del transcurso de la noche”, explicó Ezequiel Jurado, quien reside en Madrid.
En comunicación con Ecos Radio, señaló que en su caso todo comenzó alrededor del mediodía, cuando notó que se quedó sin señal de wifi en el teléfono. “Empiezo a tratar de utilizar los datos del teléfono y veía que los datos tampoco funcionaban”, precisó.
Un vecino le comentó que parecía que se había cortado la electricidad en toda España y Ezequiel observó por la ventana que en la calle todas las personas miraban su teléfono.
“Salgo a la calle y veo que está toda la calle llena de gente”, precisó. “Y claro, cuando te dicen toda España de golpe, la verdad que a mí me dio un poco de miedo”.
A pesar de ello, en la calle Ezequiel vio que la gente se concentraba en los bares, como si nada ocurriera.
Pero poco después comenzó el caos cuando la gente empezó a volver del trabajo y quedaron varados en el metro, sin poder comunicarse con sus familias para avisar su situación.
“Algo que me llamó la atención fue la gente haciendo colas en los bazares chinos para comprar radios y pilas”, precisó.
Por otra parte, dijo que mucha gente se tomó el corte como un recreo y se reunió en bares y plazas para disfrutar de la jornada.

Día de fiesta
César Gustavo Petrarca, vive en Torrevieja, en la provincia de Alicante, y se comunicó con Ecos Diarios minutos antes de que se restableciera el servicio. Eran alrededor de las 20.50 del lunes y explicó que en ese momento había “gente a las puertas de supermercados para poder establecer conexión con internet”.
“En la comunidad valenciana, donde yo resido, era día no laborable”, explicó Petrarca. Pese a ello, dijo que el corte igualmente incidió, ya que no se podía cargar combustible en las estaciones de servicio. “Igual la gente se pasea en sus autos, como si este corte fuera a liberarse en pocas horas”.
La periodista necochense Cecilia Gotta, que reside en Valencia, también hizo referencia al feriado por el día de San Vicente y que debido a eso no había clases. Por eso, precisó que había “mucha gente paseando”.
Explicó que el apagón generó incertidumbre entre los españoles, que no podían creer que se hubiera generado un desperfecto de esa magnitud. “Están sorprendidos y se preguntan si realmente hubo un desperfecto o algo más”, indicó.
Cuando salió de su casa para el trabajo todavía había luz, pero al llegar se habìa cortado, por lo que debió dedicarse a otras tareas distintas a las habituales.
“A mi me llamó la atención el nivel de de paranoia”, explicó. Esto se vio especialmente en los supermercados, donde la gente entraba a comprar litros de agua, enlatados y otro tipo de mercadería.

A eso se sumaron los comentarios, algunos decían que el corte podía durar días y otros ya especulaban con varios días. “Ahí como que la gente entró a desesperarse, como pasó con el Covid”.
“Además de la comida, la gente salió a comprar velas y pilas para una linterna o una radio”, dijo Cecilia.
En tanto, Gonzalo Prina, quien reside en Porto, Portugal, dijo que se encontraba trabajando cuando alrededor de las 11.45 se cortó el servicio eléctrico.
“Pensamos que había saltado la térmica, porque suele suceder. Pero nos fijamos en los paneles eléctricos con mi compañero y estaba todo normal”, señaló.
Al salir a la calle comenzaron a notar que en los otros negocios tampoco había energía eléctrica y al preguntar a otras persona que circulaban por la calle comprendieron que corte no sólo era en ese sector de la ciudad.
“Después a los minutos ya empezaron a andar mal los celulares”, explicó Gonzalo, que todavía pensaba que el corte sólo afectaba a la ciudad.
No obstante, pronto se enteraron a través de Internet que el apagón afectaba a parte de España y Portugal.
“Yo pensé que afectaba a la zona limítrofe, pero luego me entraron unos mensajes por WhatsApp de una amiga que está en Barcelona y me dijo que ahí también había un apagón”, precisó.
Debido a la falta de energía, Gonzalo, que trabaja en el sector gastronómico, pudo volver a su domicilio, ya que el comercio cerró.
“No vi pánico ni nada alarmante. Acá es una zona muy turística y la gente estaba más preocupada por sentarse a comer y beber, confiando en que era algo que se solucionaría pronto”, dijo.
Si bien existió cierta incertidumbre en algún momento cuando muchos recordaron que días antes los gobiernos europeos habían recomendado a los ciudadanos adquirir kits de supervivencia, con el paso de las horas todo se tranquilizó y alrededor de las 21 la gente comenzó a festejar cuando volvió el servicio eléctrico.
“Después vi videos en algunos supermercados medio colapsados de gente queriendo comprar de todo. Pero por suerte no pasó a mayores”, indicó.
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