Una obra terminada y un reconocimiento a los vecinos
Esta semana que pasó, se inauguró el edificio propio para el centro de atención primaria de la salud Norte que, a partir de ahora funcionará en calle 72 entre 47 y 49. Al mismo tiempo, se anunció que llevará el nombre de Alba Harislur, una histórica dirigente vecinal del barrio que incansablemente gestionó durante años para que se terminara la obra.
Hasta el momento el CAPS funcionaba en una casa alquilada a pocas cuadras del lugar actual, que no tenía comodidad y que resultaba chico para la cantidad de personas que concurrían a diario. Ahora, el nuevo inmueble cuenta con modernos consultorios para enfermería, medicina clínica generalista, pediatría, estimulación temprana y psicología, además de cocina, baños y un espacio para el trabajo social. Además, cuenta con dos pasillos y doble circulación, para garantizar una buena ventilación, sala de espera y un salón de usos múltiples.
Según los números que maneja el municipio, el CAPS comprende a una población de 20.000 habitantes de acuerdo al sector donde está inserto, una barriada importante que pedía una mejor oferta sanitaria.
La historia del CAPS se remonta a la década del 80 cuando se logró la cesión de los terrenos por parte de la Provincia y comenzó a partir de allí el trabajo de la Sociedad de Fomento y posteriormente se abrió el centro de salud para responder a las necesidades del barrio. Sin embargo, con el aumento de la población, se tornó necesario ampliar la capacidad de atención y el espacio físico de la institución. Fue allí cuando un grupo de vecinos, entre las que se destacó la figura de Alba Harislur, gestionó y motorizó la obra ante distintos organismos para contar con un edificio en condiciones adecuadas. Pasaron años y décadas de avances y retrocesos, de promesas y pequeñas concreciones y hasta se llegó a iniciar la obra y no se terminó. Finalmente, el año pasado se reactivaron los trabajos y este jueves que pasó, se inauguró la nueva construcción.
Sin dudas, Alba Harislur –fallecida durante la pandemia – mereció que el CAPS llevara su nombre. Todos quienes la conocieron saben lo que peleó para que se concretara, algo que quedó totalmente demostrado en el acto de inauguración. Ecos Diarios también le ha realizado numerosas notas a la histórica dirigente vecinal a lo largo de muchos años y ha seguido de cerca el compromiso que ha puesto en gestionar la obra una y otra vez.
La concreción del edificio propio para el centro de salud, demuestra una vez más la importancia que tiene la ciudadanía y las entidades intermedias en el desarrollo de la ciudad siempre y cuando sus planteos, solicitudes y reclamos sean escuchados por quienes la dirigen políticamente. El trabajo conjunto entre el Estado y la sociedad civil es fundamental y cuando se logra, los resultados quedan a la vista. Lástima que las concreciones siempre demoran años porque todavía a los vecinos les cuesta hacerse oír y a muchos dirigentes les cuesta escuchar.///