Una propuesta que nace con varias dudas
La carta de presentación del nuevo jefe de la Departamental Necochea de Policía, comisario inspector Norberto Esteban, ha sido la colocación de urnas en centros de salud y sociedades de fomento de la ciudad, para que se pueda disponer de un medio para formular denuncias anónimas acerca de la venta de drogas indicando, tanto quienes se dedican a este negocio como los sitios donde se comercializa.
Aunque en primera instancia se evalúe como una manera que el jefe policial ha elegido para insertarse en su nuevo destino, y en cierta forma pretender colocar cierta impronta personal sobre el accionar policial, la propuesta suena clarmaente inocente si se considera que el grado de impunidad ha llegado a tal instancia que, con total facilidad, cualquiera que pretenda averiguar dónde se pueden adquirir las diferentes sustancias prohibidas, podrá hacerlo.
Si para el hombre común develar la cuestión no es complicado, mucho menos lo debería ser para la Policía, que se supone ha sido entrenada para ello y cuenta con todas las herramientas de inteligencia para frenar la comercialización de los estupefacientes. Y no solicitar al vecindario que recurra a lugares públicos para colocar en cajas de cartón la presumida denuncia, a la vista de todos los que están trabajando en los sitios habilitados.
Por otro lado se sostienen que “Necochea está infectada de droga”, y pese a que últimamente se han registrado operativos de incautación de narcóticos en mayor escala que en años anteriores y hay aprehendidos, en virtud a la gestión de la gobernadora Vidal en este orden, el avance del negocio de la droga sigue teniendo campo libre según se advierte.
Obviamente que en tamaño infortunio, quienes la consumen y poseen dinero recurren al “delivery”, en tanto para quienes no lo cuentan, genera que algunos salgan a delinquir para obtener recursos y poder adquirirla. Y aquí es donde se funda un espiral de impredecibles consecuencias.
¿El ciudadano se animará?
A mediados de la última semana fueron ubicadas las primeras urnas en tres centros de salud: San Martín (76 Nº 4409; Norte (66 Nº 2355) y “Juan B. Flores” (69 Nº 3505), acción que se replicará, según los jefes policiales, en sociedades de fomento y que se extenderá a las localidades del interior del distrito. En total se piensa contar con 24 receptáculos que semanalmente serán abiertos en las comisarías para verificar las denuncias y obrar en consecuencia.
Según lo expresado a Ecos Diarios por el jefe distrital de Seguridad, comisario Jorge Mastropierro, la colocación de las urnas persigue el fin de “llegar a aquella gente que no se aventura a denunciar por temor, y la impronta es hacerlo a través de este sistema”.
Resulta optimista la visión del jefe policial, pero a su vez contrasta con la realidad de una ciudad relativamente chica, donde la mayoría de los vecinos se conocen. En tal sentido no es desacertado pensar que no se animarán a introducir papeles con denuncias en las urnas, por temor a ser vistos y reconocidos por la delincuencia, y recibir represalias que terminen poniendo en riesgo su integridad o recibiendo las consabidas y cobardes amenazas.
Presumiendo que la invitación a denunciar cuestiones vinculadas a la droga podría no tener eco, desde la Policía se anunció a los pocos días de la propuesta inicial del comisario inspector Esteban, que también se podrán depositar denuncias de diversa índole como casos de corrupción policial, o señalando a quienes cuenten en su poder objetos robados, por citar algunos ejemplos.
En el cúmulo de reparos que ha despertado este plan, se dio cuenta que este sistema de urnas se implementó años atrás en Mar del Plata, con una población mucho más grande que la de Necochea y por ende con mayor anonimato de los denunciantes, y no tuvo éxito.
Por otro lado, puertas adentro, voces revelan algunas internas y anquilosamiento en el accionar de varios cuadros locales. Algo no muy llamativo por cierto, y que el nuevo titular de la Departamental deberá encuadrar cuanto antes si no quiere cerrar su paso por Necochea sin pena ni gloria.
Usar la tecnología
La proposición de Esteban colisiona o se superpone totalmente, por desconocimiento o no, con la actual apuesta de la gobernación al ofrecer a los bonaerenses una aplicación para teléfonos celulares y computadoras, usando la tecnología que hoy está al alcance de todos, sin tener que salir de casa la que permite a los vecinos realizar denuncias sin necesidad de presentarse en una comisaría, centro de salud o sociedad de fomento, según la idea de Esteban, y así fácilmente colaborar en la conformación de un mapa real del delito.
La aplicación, que se viene promocionando ampliamente, se puede descargar por la página del Ministerio de Seguridad Bonaerense https://seguridad.gba.gob.ar/#!/home y están tanto en AppStore para Iphone y Play Store para Android.
En los casos de venta de drogas o corrupción policial, las denuncias podrán efectuarse en forma anónima, debido a que las fiscalías actuarán de oficio, a partir del informe llegado por el nuevo instrumento.
En muchos lugares suena por estos días el teléfono, y al levantarlo aparece una grabación con la voz de la propia mandataria, María Eugenia Vidal, invitando al ciudadano a perder el miedo, animarse y denunciar.
La norma persigue el fin de reducir el delito, pero también ejercer desde La Plata un control más directo de lo que acontece en cada ciudad, bajando órdenes y monitoreando con más elementos el accionar de la Policía y de la Justicia, en este último caso preferentemente de los fiscales a la hora de llevar adelante las investigaciones.
Volviendo a las urnas en Necochea, con un manto de incertidumbre en cuanto a su éxito, tal vez se puede decir que se trata de una iniciativa intrascendente del flamante jefe de la Departamental. Pero lo que si no se puede soslayar es que en el caso del combate de la comercialización de drogas, la Policía de nuestra ciudad debe y puede hacer mucho más de lo viene haciendo, sin depender de anónimas denuncias.