Unidos por el río y una relación simbiótica
Se cumplirán 42 años del anuncio de anexión de Quequén al partido de Necochea. Seis décadas antes un legislador había planteado una idea similar, pero proponía compensar a Lobería con tierras necochenses
En la puerta de la Fomento de Quequén, en la calle que aún muchos vecinos llaman Machado, se pueden ver pegados unos stickers que reflejan un largo anhelo de la localidad y de la entidad: la autonomía.
Es que desde sus inicios uno de los objetivos de la Unión Vecinal de Fomento de Quequén fundada el 11 de marzo de 1933, era precisamente lograr la autonomía de la localidad.
Algunas de las tantas fotografías que conserva la entidad de sus inicios, a mediados de los años 30, muestran a vecinos quequenenses con pancartas con la inscripción “Unión Vecinal de Fomento Pro Autonomía de Quequén”.
En aquellos años, la comunidad apuntaba a separarse del partido de Lobería. Paradójicamente, el pueblo había surgido con la idea de ser la localidad callejera del vecino distrito.
En las últimas décadas muchos vecinos mantuvieron viva la idea de la autonomía, pero desde abril de 1979, la idea ya no es separarse de Lobería, sino de Necochea.
Divididos por el río
A pesar del río que divide a ambas ciudades y de que muchos sostienen que necochenses y quequenenses son muy distintos, lo cierto es que ambas poblaciones siempre han tenido una relación simbiótica.
Esta simbiosis parece haberse acentuado en las últimas dos décadas, en las que la mayoría de los habitantes del núcleo urbano cruzan el río a diario para trabajar, vivir o estudiar.
Aunque el vínculo entre ambas localidades fue forzado hace 42 años. El 30 de abril de 1979 el gobierno de la Provincia de Buenos Aires anunció la anexión de Quequén al partido de Necochea.
En enero de 1979, el gobernador de facto Ibérico Saint Jean había visitado Lobería y Quequén. Desde entonces comenzó a gestarse la Comisión de Reestructuración del Régimen Municipal. Luego el ministro de Gobierno, Jaime L. Smart, y otros integrantes de la comisión se reunieron con el intendente Alberto Percario.
Según un artículo publicado por Ecos Diarios el 2 de mayo de ese año, «a partir de aquel momento comenzaron a manifestarse las entidades de Lobería y Quequén. Las primeras se nuclearon en la Comisión Pro Defensa de la Integridad del Partido, la que hizo llegar pronunciamientos a las autoridades bonaerenses y nacionales». Los loberenses sostenían que no permitirían una mutilación de su distrito.
En tanto, los residentes de Quequén tenían opiniones dispares sobre la cuestión. Algunos se inclinaron por la anexión y otros decidieron luchar por la autonomía.
Saint Jean, que conocía la opinión de los quequenenses, dijo al periodismo, durante una conferencia realizada en el verano del ´79 en Mar del Plata, que esas eran las dos alternativas posibles.
La Comisión de Reestructuración finalmente aconsejó al gobernador de facto la anexión de Quequén a Necochea.
Saint Jean convocó a una reunión en La Plata para anunciar el traspaso, pero luego se suspendió y las entidades loberenses decidieron no concurrir. La decisión ya había sido tomada y existía resignación.
El 30 de abril, el intendente Percario concurrió a La Plata, donde el propio gobernador le hizo conocer la decisión. Luego el jefe comunal de reunió con el ministro Smart para tratar otros temas referidos a la anexión.
El comunicado de la Secretaría de Prensa y Difusión de la Gobernación informando la anexión, señalaba que la “medida responde a profundos estudios realizados por la Comisión de Reestructuración del Régimen Municipal Bonaerense, que para arribar a esta conclusión se constituyó oportunamente en esa ciudad evaluando las posibles soluciones y escuchando las inquietudes y propuestas de las fuerzas vivas de la zona”.
“Los argumentos de la medida se centran fundamentalmente en el hecho de que Quequén, por su quehacer industrial, comercial, de servicios, actividades portuarias, etc. está más ligada que separada por el Río Quequén de la ciudad de Necochea”, agregaba.
El anuncio fue recibido de distinta manera a ambos lados del río Quequén. Los loberenses, si bien no estuvieron de acuerdo, tomaron con calma la determinación. El escribano Victorio Bisciotti, vinculado a la comisión Pro Defensa del Partido de Lobería, dijo: “Deseo a Quequén un gran futuro”. Los vecinos quequenenses recibieron con optimismo el anuncio.
En una entrevista con Ecos Diarios, el intendente Percario enfatizó la necesidad de lograr una real integración entre ambas poblaciones con miras a conformar “la gran ciudad del Sur de la Provincia”.
También indicó que era necesario realizar una zonificación preventiva en Quequén y mantener un contacto casi permanente con sus entidades y habitantes.
El 30 de junio de 1979, el intendente Percario y el jefe comunal de Lobería, Manuel Leitao, firmaron el acta de traspaso de la localidad al partido de Necochea.
Una vieja idea
Pero la anexión de facto realizada por Saint Jean no era una idea nueva. El 15 de julio de 1915, el diario porteño La Razón publicaba un artículo en el que se daba a conocer un proyecto del legislador provincial Alfredo Butty para la anexión de Quequén al Partido de Necochea.
“Siempre fue una necesidad y una aspiración de los habitantes de la ciudad de Quequén su anexión a Necochea y hoy, que el gran puente en construcción facilita el acceso, se agitan los deseos de aquellos que se encuentran abandonados a su suerte, sin que las autoridades de Lobería, que dista 50 kilómetros, les presten ningún auxilio ni puedan exigirla tampoco a Necochea, por no corresponder a su jurisdicción”, argumentaba el proyecto presentado por Butty en la Cámara de Diputados provincial.
Sin embargo, “Quequén es tributario de Necochea; sus niños van a sus escuelas, sus enfermos llenan los hospitales de Necochea y hasta tienen que recurrir allí para dar sepultura a sus muertos”, añadía Butty en las consideraciones del proyecto.
El diputado conservador señalaba en su proyecto que “dotar a Quequén de hospitales, mataderos, cementerios, casa de aislamiento, etc. Implicaría un crecido gasto no justificable, sin duda, desde que puede, legítimamente, gozar de todos esos beneficios y de muchos otros, con sólo satisfacer la aspiración de sus vecinos que este proyecto consulta”.
La iniciativa también hacía referencia a la construcción del puerto local en la desembocadura del río Quequén, sobre ambas márgenes y los problemas administrativos que ocasionaba que cada orilla perteneciera a una jurisdicción diferente. “Otros motivos muy atendibles son también los de orden judicial, registro civil, padrón electoral, etc.”, señalaba Butty.
Alfredo Butty fue intendente de Necochea en tres oportunidades. La primera oportunidad, entre agosto de 1906 y septiembre de 1909.
La segunda vez entre enero de 1916 y julio de 1917 y por último entre enero de 1927 y agosto de 1928.
En el mismo período que Butty presentó el proyecto de anexión de Quequén, también elevó una iniciativa para declarar ciudad a Necochea.
Fue allá por 1911, cuando el entonces pueblo de Necochea había cumplido 30 años de su fundación. El progreso alcanzado por el pueblo, permitió que el proyecto del diputado fuera aprobado el 26 de julio de ese año.
Butty creía que la integración de Quequén y Necochea no sólo era necesaria, sino beneficiosa para ambas localidades.
Argumentaba que las plazas de ambas poblaciones “distan 1.500 metros una de otra” y los trazados de las calles de las localidades son “una continuidad exacta, tanto su orientación como en el ancho”.
“Mantener jurisdicciones diversas implica hasta suscitar rivalidades entre los dos núcleos de población y esterilizar esfuerzos en perjuicio de todos”, señalaba. “Aunando energías y haciendo converger los anhelos de todos a un ideal de engrandecimiento, habremos logrado establecer allí, al amparo de los prestigios del balneario, de los beneficios del puerto y la riqueza y feracidad de su zona de influencia, un emporio de cultura y actividad que hará honor a la provincia de Buenos Aires”.
Una anexión justa
El proyecto solicitaba que luego de la promulgación de la ley, se incorporase al Partido de Necochea “la extensión de tierra que hoy forma parte del de Lobería y está limitada por el Noroeste en una línea con los señores Pradere, Picado (hoy Bergieire) y sucesión de Cipriano Reynoso; por el Sur, con el Océano Atlántico; por el Este, con el arroyo del Moro; por el Oeste y con el río Quequén Grande. La superficie delindada comprende un área de 50.533 hectáreas, 38 áreas y 55 centiáreas, y están comprendidos los campos conocidos por herederos de Manuel Guerrico, Augusto Pieres y Pedro Iturralde (hoy Rodríguez)”.
De haberse convertido en ley aquel proyecto, Necochea tendría que haber cedido al Partido de Lobería parte de sus tierras. Según el proyecto de Butty, nuestro distrito debería ceder a los loberenses el territorio delimitado por “el Noroeste, en una línea recta con los campos de Josefa E. de Martínez de Hoz; por el Noreste, con el arroyo Quequén Chico y por el Sur y sudoeste, con el río Quequén Grande”.
La superficie que debía ceder Necochea a Lobería era de 56.332 hectáreas, 75 áreas y 75 centiáreas. “Esta permuta representa una diferencia de 5.769 hectáreas, 87 áreas y 19 centiárea a favor del partido de Lobería”, señalaba Butty en su proyecto.
El proyecto de Butty no fue aprobado, pero durante el último gobierno militar se realizó de facto la anexión de Quequén y Lobería no recibió ninguna compensación por la pérdida de parte de su territorio.///