Visita de dos grandes de Boca y River
Hace 30 años, Roberto Mouzo y Oscar Más movilizaban la pasión futbolera en la ciudad
Adrian Stolarczuk
Redacción
Aunque ya habían dejado atrás sus épocas más brillantes en una cancha, Roberto Mouzo y Oscar Más, ídolos de Boca y River respectivamente movilizaban hace 30 años la pasión futbolera de grandes y chicos con una recordada visita a nuestra ciudad.
Si bien uno era defensor y el otro delantero, uno bien robusto y el otro más pequeño, uno de Boca y el otro de River, la pelota los encontró juntos gracias al fútbol 5, viajando por todo el país, como una excusa también para reencontrarse con el calor del público siempre fiel para con sus ídolos.
Habían llegado para ofrecer una exhibición en la recordada cancha “El Galpón” y si bien con sólo verlos valía la pena para los hinchas, ellos aclaraban que el compromiso era mayor: “Uno ya está un poco más viejo y el físico necesita otro cuidado. Por los apellidos que representamos tenemos que encontrarnos bien, para dar un buen espectáculo y no defraudar a la gente que paga la entrada”, aclaraba Mouzo, por entonces con 38 años.
La llegada de los ídolos se concretó gracias a las gestiones de Lars Funes, propietario de “El Galpón”, reconocido entrenador local quien desde hace muchos años reside en Marbella, en España, donde actualmente cuenta con su propia academia y club de fútbol.
Consultado en aquella visita sobre el desafío de seguir en la cancha, ahora con el fútbol 5, el exjugador de Boca expresaba que “el fútbol siempre sigue arraigado en nosotros, es nuestra vida. Y lo comparo con mi padre: si lo saco del camión petrolero al poco tiempo se me muere y a mi me ocurriría lo mismo. Es por eso que todo lo que desemboque en el fútbol nos hace sentir bien, ya sea cuando salgo a correr por las mañanas o voy a la escuelita de fútbol”.
Por su parte, para Oscar “Pinino” Mas, que por entonces tenía 44 años, expresó en consonancia que “tengo un físico privilegiado. Es por eso que me mantengo bien, juego y también me muevo en las dos escuelas de fútbol que tengo”.
La fuerza del público
Fue inevitable para Más recordar su paso por Necochea y por el profesionalismo como integrante del plantel superior de River Plate en aquellas pretemporadas en los años 70, cuando nuestra playa era el epicentro de lo mejor del fútbol nacional cada verano. “Antes un River y Boca era totalmente distinto, ya que se palpitaba mucho tiempo antes de llegar al día del gran choque. Ya a las 11 de la mañana la cancha se iba llenando. Principalmente cuando llegaba la hinchada de Boca -y te aclaro que soy de River- todo ese marco era espectacular, pero el tiempo cambia y el fútbol también, a pesar que todavía no pierde su esencia, pero sí se desgasta”, aclaró el expuntero.
Mouzo también habló de sus sensaciones en su época como profesional y lo que significaba jugar en un equipo grande: “A la gente de Boca tenés que responderle, tenés que transpirar la camiseta y correr mucho, esto te lo puedo asegurar. Si un día te encontrás con fiebre y estás engripado, por mal que te sientas vas a querer jugar, por ese otro ‘yo’ que es querer responderle a la hinchada. Jugué tres partidos con hepatitis y cuando entraba a la Bombonera y veía a 50 mil almas gritando por el equipo la fiebre se me bajaba. Ahí tenes una idea de lo que es vestir la casaca de Boca. Recuerdo el “Tano” Pernía tenía los ligamentos rotos y se infiltraba la rodilla para jugar y salir campeón con Boca. Lo logró y luego recién fue al quirófano. Otros muchachos se hacían botas de cinta en el tobillo para poder calzarse y eso te demuestra el amor que tenían por la camiseta”.
Curiosamente, ninguno de los dos prosiguió en el fútbol con una carrera como director técnico. Algo que ya sostenían hace 30 años y que lo mantuvieron. Más expresaba que “lo pensé en varias ocasiones, pero no tenés respaldo. Ni siquiera los contratos te sirven, porque si perdes tres o cuatro partidos te echan y ni siquiera se cumple el contrato”.
La gloria
A la hora de apuntar su momento más glorioso, Más valoró su paso por el Real Madrid de España afirmando que “son años que no te los podes olvidar. Me viene a la memoria Ermindo Onega que era un gran tipo, siempre me ayudaba y me decía que jugara bien, que las cosas me iban a salir correctamente y de esa manera entraba con una fe ganadora. Me quedaron muchos amigos, conocía muchos países gracias al fútbol y me ayudaron a lograr una gran familia”. Sobre su paso por River, apuntó que “en el año 75 viví una de mis mayores alegría al dar la vuelta olímpica, luego de 18 años si salir campeón. Eso fue memorable”.
Por su parte, Mouzo recordó cuando “en el año 76, con el Toto Lorenzo lográbamos la Copa Libertadores. Lo importante de todo es haberlo logrado sin darte cuenta y que la gente te lo pueda decir”.
Ambos sin dudas siguen en el panteón de los ídolos de Boca y River. Hace 30 años, con la excusa de jugar un partido de fútbol 5, atrajeron a numerosos chicos buscando autógrafos, quizás impulsados por el relato de sus padres. Hoy aquellos que eran chicos entonces aun deben atesorar aquel recuerdo que hoy se torna gris o anejo. Pero en los corazones sigue presente a pesar del paso del tiempo, contándole a sus propios hijos quizás que una tarde conocieron a “Pinino” Más y a la “Chacha” Mouzo en Necochea.///