Vizzotti admitió que se está en el peor momento y que es difícil que bajen los casos
La ministra de Salud volvió a defender el cierre de escuelas y expresó su preocupación por la ocupación de camas. Además, adelantó qué pasará con las restricciones
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, reconoció este jueves que los contagios de coronavirus no van a disminuir en el corto plazo, pese a las restricciones implementadas por el presidente Alberto Fernández para detener el impacto de la segunda ola y que, por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires no acompañó con el cierre de las escuelas.
Vizzotti sostuvo que la situación es crítica respecto al número de casos, luego de que el miércoles la Argentina superara los 60.000 muertos por Covid y registrara 25.932 nuevos casos. Y aprovechó para lanzar una crítica sobre el Gobierno porteño, al pedir a sus autoridades que la “situación política” no debe estar en el centro de la escena, como así tampoco “judicializar medidas”.
“A diferencia de la primera ola y la situación del aumento de casos de diciembre, es que estamos con temperaturas más bajas que favorecen los contagios y están aumentando las variantes que impactan en la dinámica de transmisión”, explicó a radio Con Vos.
Y en ese sentido admitió que, pese a las medidas tomadas en los últimos días, no se ha conseguido bajar los casos, que la meseta continúa siendo alta y que el aumento preocupa al Gobierno. “No creo que tengamos la expectativa de disminuir como en diciembre. Sí dejar de aumentar. Debemos bajar el número de casos, avanzar con la vacunación y evitar la mortalidad”, agregó.
Vizzotti también expresó su preocupación por la ocupación de las camas de terapia intensiva en el AMBA. “Estamos viendo que la ocupación de camas de terapia es muy rápida. En caso que desborde el sistema de salud y que no se pueda dar respuesta, esto va a tener un impacto directo en aumentar la mortalidad y en no poder presentar cuidado a otras patologías”, advirtió.
En ese marco de situación crítica descripto por la funcionaria nacional, apuntó al Gobierno porteño y le pidió no “judicializar medidas”. “En un lugar como la Ciudad donde ha tenido la mayor incidencia de casos, más mortalidad por millón de habitantes en Argentina, donde la circulación y dinámica de transmisión tiene la complejidad de los grandes aglomerados urbanos, estábamos evaluando el riesgo colectivo de circular y que las clases presenciales aportan un número importante de personas que circulan”, manifestó.
Por eso, agregó, se tomó la decisión “transitoria y localizada” de interrumpir la presencialidad, con el objetivo de disminuir la “velocidad” de los contagios en la Ciudad. “Si logramos ralentizar el número de contagios, que termine la tensión del sistema de salud, que no siga aumentando, la idea es que las medidas sean lo más cortas posibles. Tenemos que ir analizando día a día la velocidad de casos, como se comporta la curva. Pero no depende solo de las medidas”, dijo en referencia a la responsabilidad de la sociedad en su cumplimiento.